Todos los días, en horas pico, se ven las caras angustiadas de miles de capitalinos que van corriendo contra el reloj para llegar a sus compromisos.

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Están los que van tarde para clase de 7:00 de la mañana. También aparecen los oficinistas que van a toda prisa para el trabajo o los que están desesperados por llegar a la cita médica que la EPS por fin les programó. Más allá de la necesidad puntual, todos tienen la misma urgencia: llegar a tiempo. 

Además de la premura, muchos tienen algo en común, el medio de transporte que utilizan. En Bogotá, por su costo y por tener carriles a su entera disposición, Transmilenio resulta la mejor opción. 

En condiciones ideales, cuando no hay accidentes que alteren la operación o protestas que bloqueen las vías, los buses articulados andan a sus anchas, y parecen una buena alternativa. Sin embargo, cuando pasan por una vía en particular, a todos los vehículos del sistema de transporte les toca parar.

Se trata de la avenida NQS, a la altura de la calle 64, donde siempre, sin excepción, frenan completamente los buses.

En ese punto, sin importar la hora o el afán, hay que parar. Aunque son solo unos cuantos segundos, los estudiantes se alteran porque les van a cerrar la puerta de su clase matutina, los oficinistas ven venir un memorando y a los pacientes les da un nuevo dolor porque sienten que van a perder su cita médica.

No obstante, son breves instantes, los buses retoman la marcha rápidamente y la carrera contra el tiempo reinicia; los pasajeros vuelven a calcular el tiempo y la vida sigue. Aun así queda la duda, y muchos se preguntan porque los buses se detienen.

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Y es que en ese punto no hay semáforo o señal de tránsito que indique la obligatoriedad de la parada. Por eso las especulaciones rondan.

La razón que viene a la mente, al ver el escenario de la zona, es la vía férrea que atraviesa la NQS, más allá de que rara vez pasa un tren por allí. El motivo está relacionado, pero va un poco más allá.

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Pulzo le preguntó a Transmilenio, que explicó que la razón principal es por  el cumplimiento normativo de la Ley 769 de 2002 del Código Nacional de Tránsito. 

Dicha ley especifica que los vehículos deben detenerse por completo antes de pasar por una vía férrea. Y es que estas tienen prelación sobre todas las demás vías.

Como dato adicional, también contaron que está prohibido el sobrepaso entre vehículos en las intersecciones de las vías férreas. 

De hecho, el artículo 66 de la ley señala que “en ningún caso, el conductor podrá detener su vehículo sobre la vía férrea, un paso peatonal o una intersección o un carril exclusivo [y que] todo conductor deberá permanecer a una distancia mínima de cinco (5) metros de la vía férrea”.

Es más, el artículo 131 habla de la multa por no respetar la detención en el cruce de una línea férrea. 

El texto reza: “Será sancionado con multa equivalente a ocho (8) salarios mínimos legales diarios vigentes, el conductor de un vehículo automotor que incurra en […] no respetar las señales de detención en el cruce de una línea férrea, o conducir por la vía férrea o por las zonas de protección y seguridad de ella”.