Luego de guardar silencio después del homicidio del uniformado, el coronel Néstor Raúl Cepeda, comandante de la Policía del Tolima, se pronunció y dijo que “se va a dar una recompensa de hasta 25 millones de pesos por la captura de los individuos que presuntamente pudieron estar implicados. Se habla del ‘Paisa’ y del ‘Pecas’, unos alias que los tenemos dentro del proceso investigativo y por supuesto que las capacidades que hemos puesto en territorio”.

Asimismo, indicó sobre el uniformado: “Era una persona que venía adelantando todas las investigaciones de hechos en particular sobre el microtráfico.

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Es una señal clara de que estamos trabajando y que nuestros funcionarios han entregado y ofrendado la vida para poder garantizar la seguridad del territorio, son riesgos asociados a nuestra profesión”.

Además, el oficial indicó que, en Rovira han efectuado diferentes consejos de seguridad en los cuales se han tomado decisiones para hacer investigaciones. “Habíamos capturado a dos cabecillas, alias ‘el Indio’ y ‘Piraño’, en las diferentes acciones judiciales y una de esas, las que estaban haciendo nuestros funcionarios de inteligencia”.

El Comandante de la Policía del Tolima, aclaró que ninguna persona se entregó, en referencia a un video que circuló donde se ve a Jhon Alexander Reinoso, conocido como ‘el Iguano’, diciendo que se había presentado a la Policía para informar que no asesinó al patrullero.

“Nadie se nos entregó. Nosotros identificamos a una persona que en primera instancia era un menor de edad y que se colocó con medida de protección directamente con Bienestar Familiar y de ahí se han desprendido unas informaciones que dan cuenta del acervo probatorio y seguirán conduciendo a una investigación”, concluyó Néstor Raúl Cepeda.

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El patrullero Kerlon Mauricio Llanos Zúñiga, quien hacía parte de la comisión de la Sipol de la Detol en Rovira, fue asesinado el viernes 14 de octubre hacia las 4:30 de la tarde, cuando realizaba actividades de recolección de información del fenómeno de microtráfico en ese municipio. 

El patrullero, que tenía 30 años, era oriundo de Fresno. Entró a una ‘olla’ en el barrio Enrique Hómez Vanegas, de Rovira, cuando al parecer hubo un cruce de disparos y su cuerpo quedó sobre una zona verde. Ese día, la Policía inició un ‘plan candado’ para dar con el paradero de los asesinos.