
Finalmente, en la mañana de este viernes, el presidente Gustavo Petro dio a conocer esta esperada y lógica decisión del Gobierno: suspender los diálogos de paz que sostuvo durante los últimos dos años con el Eln.
La gota que derramó el vaso es el escalamiento de los enfrentamientos que en el Catatumbo entre ese grupo guerrillero y las disidencias de las Farc, que ya dejan más de 30 personas muertas, decenas de heridos y casi 100 familias desplazadas en el inicio de este 2025.
Así lo comunicó el presidente, señalando que las acciones del Eln son “crímenes de guerra” y que “no tiene ninguna voluntad de paz”:
Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra.
Se suspende el proceso de dialogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 17, 2025
Y es que esta era la decisión más lógica. Durante dos años, el Gobierno ha manifestado su clara intención de paz con este grupo guerrillero; sin embargo, los diálogos con sus representantes han tenido diferentes altas y bajas que no han permitido avances evidentes. Por el contrario, la desintegración y poca articulación que hay en el Eln provoca que cualquier acercamiento de paz sea muy difícil.
La expectativa del presidente Petro por llegar a un acuerdo de paz con esta estructura ilegal era tanta, que en campaña decía que era capaz de hacerlo en tres meses, palabras que ahora le cobran, pues, evidentemente, no logró hacerlo.
(Vea también: “A los 3 meses de ser presidente, se acaba el Eln en Colombia”, así hablaba Petro en Campaña)
Pero esta no es la primera vez que una intención de paz con Eln se suspende. La mayoría de presidentes han intentado tener diálogos con ellos en ese sentido, pero ninguno de esos acercamientos dan fruto por cuenta del actuar delictivo de una organización criminal que tiene muchos frente y cabecillas, razón por la que no es posible tener una unidad. De hecho, el presidente Petro , en este proceso, ha dado unos pasos muy criticados. Por ejemplo, pactar ceses al fuego sin haber conseguido nada a cambio primero.
La gran duda que queda ahora es cómo hará el Gobierno para atacar el problema del momento: los enfrentamientos en el Catatumbo. Allí, frentes guerrilleros del Eln se enfrentan con las disidencias Farc. Con la ruptura de estos diálogos, el recrudecimiento de la violencia puede ser mucho mayor en las próximas horas, creen algunos analistas y expertos. Si esto sucede, es poco probable que miembros del Gobierno y mucho menos el presidente haga presencia en la zona, como se tiene presupuestado.




Otra dificultad, pero esta vez para las Fuerzas Militares, es poder atacar a las estructuras criminales del Eln en el Catatumbo. El Gobierno mantiene diálogos de paz con las disidencias de las Farc que operan en esa zona y mantiene un cese al fuego, pero ¿cómo va a hacer para diferencia a un grupo guerrillero del otro? La duda es muy difícil de resolver, pero lo que sí debería pasar es que empiece el actuar de la inteligencia y de los militares que durante los dos años del presidente Petro no han tenido el mismo actuar de periodos pasados; por el contrario, el debilitamiento ha sido evidente por cuenta de las constantes salidas de altos mandos.
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