La investigación sobre el atentado contra el precandidato presidencial del Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay, ocurrido el pasado sábado 7 de junio en el parque de Modelia, Bogotá, avanza con nuevas pruebas y declaraciones oficiales.
(Vea también: Destapan cómo vivía el sicario que le disparó a Miguel Uribe: así era su entorno social)
Las autoridades buscan esclarecer las circunstancias exactas del ataque y confirmar la participación del menor de 14 años señalado como autor material del disparo.
El presidente Gustavo Petro compartió, a través de su cuenta de X, información que contradice versiones previas y abre nuevas líneas de investigación. Según lo expuesto por el mandatario, el menor no habría actuado por motivos personales ni de forma autónoma, como se pensó inicialmente.
Petro desmintió que un chat atribuido al adolescente fuera suyo, afirmando que dicho mensaje pertenecía en realidad a una banda delincuencial de Medellín que planeaba un robo el mismo día del atentado.
De acuerdo con el jefe de estado, el joven estuvo merodeando el parque durante cerca de cuatro horas antes del ataque. En ese tiempo, sostuvo contacto con personas a bordo de una camioneta, lo que respalda la teoría de una acción planeada y coordinada. Además, su llegada en motocicleta y las comunicaciones previas son piezas clave que las autoridades están evaluando para reconstruir la secuencia de los hechos.
Sicario que disparó a Miguel Uribe habría solicitado transferencia de dinero antes de atentado
Uno de los detalles más llamativos del caso ha sido la transferencia de dinero por medio de la aplicación Nequi. De acuerdo con el presidente Petro, el menor habría recibido $3.500 pesos a través de esa plataforma poco antes del ataque. Aunque la Fiscalía aún no ha confirmado oficialmente esta operación, se sospecha que dicha consignación estaría directamente vinculada con el atentado, ya sea como pago anticipado o parte de una logística organizada, según recogió Blu Radio.
“Sobre lo que pasó con el sicario ese día sabemos por video, que estuvo durante 4 horas rondando el parque, llegó en moto, habló con gente en una camioneta, efectivamente tenía un celular, en donde pidió a alguien que le consignaran por nequi, 3.500 pesos, es posible que pudo entregar su celular antes del atentado pero es hipótesis”, indicó el mandatario.
Los investigadores intentan establecer si este movimiento financiero fue coordinado por autores intelectuales y si el teléfono móvil del menor —que habría entregado antes del atentado— contiene datos clave sobre otros implicados. Según fuentes oficiales, tanto la consignación por Nequi como el uso de la motocicleta son elementos que se integran al análisis para determinar el grado de complicidad y el entorno del menor.
Por otro lado, tras ser capturado, el joven fue agredido por civiles, lo que motivó su ingreso a una unidad de cuidados intensivos. Debido a su delicado estado de salud y la relevancia de su testimonio, ha sido puesto bajo estrictas medidas de protección.
Mientras tanto, Miguel Uribe Turbay continúa en la Fundación Santa Fe, donde se recupera bajo observación médica tras una cirugía de urgencia. El caso mantiene la atención pública por sus posibles implicaciones políticas y sociales, y la Fiscalía sigue avanzando con las pesquisas correspondientes.
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