Los problemas para el funcionario se complicaron desde el pasado viernes cuando la Procuraduría denunció que la Secretaría de Movilidad ejecutó el contrato de instalación y operación de semáforos inteligentes en la ciudad con el aval de un documento falso, que aparentemente expidió el Ministerio Público.
El órgano de control resaltó que la dependencia que supuestamente expidió el documento (Grupo de Consultas y Análisis) no existe en la estructura interna de la entidad, y la persona que lo firma no es funcionario de la Procuraduría”.
Adicionalmente, la entidad reiteró su solicitud para que la “Secretaría de Movilidad ordene la suspensión del contrato por $ 215.000 millones, ante los riesgos que representan para su ejecución las inconsistencias en la información económica que entregó Sutec Sucursal Colombia S. A., miembro del consorcio Movilidad Futura 2050, y las acciones denunciadas ante la Fiscalía”.
En las últimas horas Bocarejo reaccionó a la denuncia de la Procuraduría y aseguró en El Espectador que desconocía quiénes son los responsables de la falsificación del documento, pero que su administración y él fueron víctimas de un “engaño” y que el caso ya está en manos de la Fiscalía.
Luego de conocerse esa información, los concejales de la ciudad reaccionaron de dos formas: algunos, como los del Centro Democrático, piden la renuncia de Bocarejo y otros, como el Polo Democrático, quieren que se la aplique la moción de censura para destituirlo de su cargo.
Para aprobar la moción se requieren 23 firmas; si se aprueba, se cita el debate donde Bocarejo podrá defenderse y posteriormente se vota para que el secretario salga o se mantenga al frente de la entidad.
Sin embargo, algunos no están de desacuerdo con que salga de su cargo, pero no porque “haya hecho una buena gestión” sino porque “faltando menos de año es mejor que termine en el cargo para que no se generen más traumatismos”, le dijo un concejal uribista, sin identificar, a La Silla Vacía.
El Concejo de Bogotá también señala a Bocarejo de omisiones en licitaciones como el de los patios y grúas, inasistencias a debates de control político; y un viaje a Corea del Sur justo cuando el cabildo debatía sobre el tema de las tabletas en los taxis, para el cual había sido citado con tres meses de anterioridad. Este proceso también fue suspendido por el Ministerio de Transporte argumentando falta de piso jurídico.
Adicionalmente, por petición de Transmilenio, la Secretaría de Movilidad ordenó en los últimos días que se retrase nuevamente el desmonte de los buses del SITP provisional ante las dificultades que tienen para cubrir las rutas con vehículos nuevos.
Los problemas para el Distrito con Sistema Integrado de Transporte Público son mayores pues Peñalosa “generó muchísimas expectativas y decía, por ejemplo, que el SITP era cosa de seis meses, pero no, y ahora ya tiene el sol a sus espaldas y la presión es cada vez mayor”, le dijo el concejal Andrés Forero a ese portal.
Bocarejo también le dijo al diario capitalino que su administración ha actuado con diligencia y transparencia, y que “el difícil camino de transformar la movilidad tiene muchos obstáculos”.
Entre tanto, la próxima citación de Bocarejo en el Concejo de Bogotá es el próximo 26 de septiembre, día en el que deberá dar muchas explicaciones.
LO ÚLTIMO
.svg)
