Entre los testimonios brindados por la comunidad, se destaca el de un vigilante del centro comercial del sector, quien dice que vio a la niña Sara Sofía Galván y a su mamá dormir en la calle durante 5 días seguidos.

“Durmió frente al Surtimax. Inclusive yo le di algunos cartones para que se acostara. Eso fue entre enero y febrero. El señor de las empanadas le regalaba comida por la tarde”, dice el vigilante del comercio.

El hombre dice que él y otro vecino del lugar, Alcides Ibáñez, le regalaban galletas a la madre para que le diera a la niña.

“Nos quedamos sorprendidos. Ella venía y pedía, pero no sabíamos lo que estaba ocurriendo, no sabíamos la problemática que vivía la niña”, le dijo Ibáñez al noticiero.

El vigilante (de nombre Rafael) y el ciudadano entrevistados por el informativo coincidieron en que la niña pasaba bastante tiempo del día jugando en la plazoleta del centro comercial y en el parque de enfrente, en los columpios.

Incluso, después de que la niña desapareció, pero antes de que el caso saliera a la luz pública, Rafael le preguntó a la mujer por la niña, pues la vio sola, y esta le respondió que estaba con familiares en Tocaima, que la estaban cuidando mientras ella trabajaba para enviarle dinero.

El vigilante dice que una de las cosas llamativas era la diferencia de color de piel de la madre y de la niña, y que solo se enteró de que Carolina era la madre porque ella misma se lo dijo.

La misteriosa desaparición de Sara Sofía Galván

Vale recordar que la niña despareció el 28 de enero, en medio de versiones de la madre, Carolina Galván, que dijo primero que la menor había muerto y que ella la tiró al río Tunjuelito, luego dijo que la había regalado y finalmente volvió a cambiar la declaración para decir que no la buscaran más, que la niña había sido botada al río.

Según medios locales, uno los testimonios es el de una vendedora de dulces que conocía a la mamá de la menor y cuya versión indica que la niña murió en su casa por causas desconocidas y la madre, por miedo de que la culparan, lanzó su cuerpo al río Tunjuelito, en el sur de Bogotá, con la ayuda del padrastro.

La mujer también dijo que Sara Sofía al parecer era maltratada porque la vio con golpes en el rostro que la madre atribuyó a un accidente.

Otro testimonio, el de un comerciante que habló con la mamá, indica que la menor fue regalada a una desconocida.

La desaparición de la niña fue denunciada por una tía suya, llamada Xiomara, preocupada porque desde el 5 de febrero perdió contacto con su hermana Carolina y con Sara Sofía.

Desde el momento en que las autoridades conocieron el caso comenzaron a buscar a la menor, víctima de maltrato infantil, tarea en la que participan miembros de la Policía, de la Fiscalía y del grupo antisecuestro, entre otros.

Expertos en rescate acuático han peinado zonas del río Tunjuelito e incluso se hacen búsquedas don drones, sin que hasta el momento se haya encontrado a la niña.

Reclusas intentaron linchar a Carolina Galván

Varias prisioneras de la penitenciaría donde se encuentra la madre de Sara Sofía Galván intentaron linchar a la mujer debido a la indignación que les produjo el caso, en el que la madre dice que la niña murió y por ende la metió en una bolsa de basura y la arrojó al río Tunjuelo.

Las reclusas habrían intentado agredirla, además, por el maltrato que presuntamente sufría la pequeña Sara Sofía, a quien su madre castigaba con correas mojadas y le pegaba en la ducha.

La emisora destaca que la Fiscalía ya no sabe qué creer, pues la madre ha cambiado tres veces su versión de los hechos.

Hay que recordar que Carolina y su expareja, Nilson Díaz, fueron enviados a la cárcel por un juez de Bogotá por su presunta implicación en la desaparición de Sara Sofía.

La pareja fue imputada con el cargos de desaparición forzada agravada, que ninguno de los detenidos aceptó.

La pareja fue capturada la madrugada del pasado jueves en el populoso barrio de Kennedy en la capital colombiana por “su posible coautoría en la desaparición de una menor de 23 meses de edad, hija de la procesada, en hechos ocurridos el pasado 28 de enero en el suroccidente de Bogotá”, detalló la Fiscalía en un comunicado.

En la audiencia de imputación de cargos la fiscal narró, en medio del llanto, los testimonios de tres personas sobre el desgarrador caso de la menor.