La víctima, por tratarse de una iglesia, quizás no llegó a pensar que uno de los asisitentes a la misa iba a pecar abriéndole el bolso que había dejado en una de las bancas del templo religioso ubicado en la calle 84 con carrera 42D, barrio Ciudad Jardín.
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El ladrón, que no se percató que lo observaban desde arriba (literalmente) por la localización de la cámara de vigilancia del lugar, aprovechó que la mujer de edad se levantó de su puesto para desplazarse hacia donde estaba el coro de la iglesia y le abrió el bolso de maner sigilosa.
En un abrir y cerrar de ojos y mientras cantaban alabanzas en la misa, el ladrón sacó el celular de la feligresa y se lo embolsilló, sin levantar la más mínima sospecha del resto de la comunidad religiosa que estaba pendiente de la palabra de Dios.
Para lograr su cometido, primero observó el panmora y luego extendió su mano en dirección hacia el objeto de la mujer. Una vez sustrajo las pertenencias de la asistente a la misa, el hombre cerró el bolso y se acomdó nuevamente en el puesto de su banca tomando una actitud solemne para no causar desconfianza en la feligresía.
Acá, el video del hurto:
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Lo que sucedió después seguramente quedó evidenciado en el video, pero no fue divulgado en redes sociales, aunque se supondría que el ladrón salió del lugar, una vez acabada la misa, sin ser aprehendido por el delito que llevó a cabo importandole poco que estaba en una iglesia.
Usuarios de redes sociales criticaron que este tipo de hechos ocurran en templos religiosos de Barranquilla, ciudad que en estos momentos se encuentra azotada por la delincuencia, así como Bogotá, Cali, Medellín y otras plazas del país.
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