Según datos oficiales, el 90,8 % de las armas que se encuentran en Colombia provienen del mercado negro, y se estima que hay más de 4 millones de armas ilegales en manos de civiles.

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Estas son utilizadas por grupos armados al margen de la ley, como disidencias, guerrillas y bandas criminales, que tienen acceso a armamento de gran poder y alto costo.

Las armas ilegales ingresan al país por diversas vías, aprovechando la ubicación geográfica de Colombia y las debilidades en el control fronterizo. Algunas de las rutas más utilizadas son las zonas marítimas y fluviales, especialmente en los océanos Atlántico y Pacífico, y las zonas terrestres que conectan con países como Panamá, Ecuador, Brasil y Venezuela.

También se ha reportado la entrada de armas por medio del comercio electrónico y del mercado legal.

Los grupos armados ilegales recurren a empresas ficticias o intermediarios para obtener armas, especialmente en Estados Unidos, adquiriendo pequeñas cantidades y luego utilizando diversas maniobras para traerlas a Colombia. Estas armas son enviadas desarmadas y camufladas en electrodomésticos o equipos tecnológicos, para luego ser ensambladas y utilizadas por los grupos criminales.

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Entre los tipos de armas que poseen estos grupos se destacan los fusiles automáticos de alta precisión, las ametralladoras pesadas, los lanzacohetes y los morteros.

Estas armas superan en potencia y alcance a las propias fuerzas estatales, lo que genera una disparidad evidente. El origen de estas armas es variado, pero se ha identificado la presencia de armamento proveniente de Rusia, Austria, Francia y Venezuela. En Colombia, las autoridades han incautado más de 135 mil armas en el último año, la mayoría provenientes del tráfico ilegal. También se han registrado casos de armas robadas a la fuerza pública. Sin embargo, la demanda de armas y la búsqueda de armamento más sofisticado y poderoso por parte de los grupos criminales seguirá en aumento. Mientras tanto, el mercado negro responderá a estas lógicas ilegales, perpetuando la peligrosa situación en el país.