La explicación la dio José Miguel Santamaría Uribe, vocero del movimiento ciudadano ‘Por la Bogotá que queremos’, que apeló a un escrito para justificar el hecho de haber retirado el proceso de revocatoria contra la alcaldesa Claudia López, que empezó de manera formal el pasado 25 de enero luego de que la mandataria de los capitalinos fuera citada a audiencia pública en el Consejo Nacional Electoral.

Santamaría Uribe descargó parte de la responsabilidad sobre la Registraduría Nacional, pues dijo que el 31 de enero la institución envió una carta al Ministerio de Salud para pedirle que aclarara cómo se daría la recolección de firmas en medio de la emergencia por la pandemia, y que fue así como “congeló los procesos no solo de Bogotá, sino de más de 70 ciudades que todavía esperan la entrega de planillas”.

El vocero dijo, en el texto que publicó en Twitter, que la respuesta del Minsalud llegó hasta el 13 de marzo cuando entregó 20 preguntas para que los movimientos que impulsaban las revocatorias las contestaran.

“Así se hizo, aunque muchas de las preguntas no tenían el menor sentido lógico fueron contestadas y radicadas. De ahí a hoy, no ha pasado nada. Duramos más de dos meses esperando las planillas, ya los tiempos no dan”, aseguró.

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Santamaría explicó que, según los plazos, mientras se recolectan las más de 350.000 firmas, mientras se entregan y la Registraduría las revisa, ya sería finales de diciembre, por lo que “este año no habría revocatoria”.

Luego, dijo, para el 2022 es un año electoral, por lo que “las votaciones de las revocatorias no se pueden hacer en conjunto con las elecciones parlamentarias ni presidenciales”.

El vocero, que agradeció a su grupo de trabajo por la labor, ya se había pronunciado por medio de un video el pasado 29 de marzo, en donde aseguró que “hicieron muy bien el mandado”, aunque no dijo quién.

Eso sí, mientras Santamaría reparte culpas por este fallido proceso de revocatoria, en redes sociales hay quienes lo responsabilidad a él por dar un paso al costado y perder esta batalla en la que, según comentarios, habría un claro interés político por parte de los detractores de Claudia López, que fue nominada a mejor alcaldesa del mundo por su manejo de la pandemia.