El ministro de Defensa, Guillermo Botero, estaba en pleno discurso defendiendo el actuar de los policías, cuando una señora del servicio apareció con una bandeja llena de empanadas, que repartió a los funcionarios y parlamentarios presentes.

La mayoría tomó la situación con gracia y hasta el director de Seguridad Ciudadana de la Policía, general William Salamanca, se animó a degustar una empanada, para posteriormente asegurar que los uniformados han actuado en el cumplimiento de su labor.

No obstante, también molestó a otros como al representante del Centro Democrático Gabriel Santos, que aseguró que ese acto le quitó seriedad al debate y lo convirtió en una caricatura.

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Pero el representante del Partido Liberal Harry González, uno de los autores de llevar las empanadas al debate, defendió la iniciativa:  “Quienes caricaturizaron el debate fueron ustedes. Ahora, con esa intervención, todas las cámaras de televisión saben que el ministro de Defensa va a comer empanada”, fueron las declaraciones reproducidas por Blu Radio.

Además de González, Inti Asprilla, del partido Alianza Verde, fue otro de las promotoras del debate.

A la discusión también asistieron varios vendedores ambulantes que también se han visto afectados por los comparendos de la policía.