La reforma política comienza su segunda vuelta en el Congreso. Como es un acto legislativo -significa que modifica la constitución-, debe pasar dos veces por cada una de las cámaras del legislativo. Este jueves en la noche se conoció la que sería la ponencia oficial para retomar este trámite en la Comisión Primera de Senado.

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Frente a lo que quedó de la primera vuelta, en el texto no hay tantos cambios como se esperaban. La modificación fundamental es que se elimina el artículo que establecía que las listas cerradas debían ser obligatorias desde 2026, una de las principales banderas que defendía Gustavo Petro y el Pacto Histórico. Se mantiene el sistema actual de listas abiertas y cerradas a discreción de las colectividades.

En reemplazo a la limitación del tipo de listas, la propuesta a discutir en las próximas semanas es dar una serie de beneficios a los partidos que opten por las listas cerradas. Entre las ventajas que se otorgarían, de acuerdo con el articulado, está dar un 30 % más de financiación para las campañas electorales, “en los términos y condiciones que para el efecto señale la respectiva reglamentación”.

La ponencia para quinto debate también deja consignada la propuesta de que se “adopte un sistema de incentivos para el fortalecimiento de los partidos, movimientos y grupos significativos de ciudadanos que adopten listas cerradas y bloqueadas para la contienda electoral, consistente en una mejor ubicación en el tarjetón respectivo a elección de partido o movimiento”.

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Más beneficios a listas cerradas con reforma política

Otro de los beneficios que se les ofrece a las listas cerradas es un aumento en el margen para hacer coalición. Actualmente por ley se establece que solo los partidos que sacaron menos del 15 % de los votos en una elección pueden ir en una sola lista, la reforma propone que las listas cerradas en coalición puedan ir partidos hasta con un 20 % de los votos de los comicios pasados.

En un sentido muy similar, aunque manteniendo el texto ya aprobado, el proyecto consagra, como forma de transición, que las listas cerradas de 2026 puedan ser conformadas sin proceso de democracia interna, sino simplemente “copiando y pegando” el resultado en la legislativas de 2022. Miembros de la Alianza Verde ya pusieron el grito en el cielo, pues consideran que es una forma velada de aprobar que los actuales parlamentarios se atornillen a sus curules por lo menos por dos periodos.

Más allá del tema de listas cerradas, hubo otros cambios del articulado aprobado en primera vuelta. Una de estas modificaciones es la eliminación del punto que permitía las coaliciones para cualquier partido. Este apartado fue controversial en diciembre, pues era la puerta para que se crearan megacoaliciones de partidos mayoritarios. En pocas palabras, se creaban monstruos electorales como una lista entre Liberales, Conservadores y otros grandes electores. Toda una aplanadora de votos.

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La ponencia radicada este jueves retoma lo que dice la ley electoral actual. Como se dijo anteriormente, están limitadas las coaliciones a las colectividades cuya sumatoria de los votos no superen el 15 % de los comicios pasados. Solo se agregó el beneficio del 20 % a las listas cerradas. De resto, se mantuvo lo ya existente.

Otro de los cambios frente al texto de primera vuelta es que se entra a hacer más modificaciones al régimen de incompatibilidades de los congresistas. Se mantiene la gabela del proyecto inicial para que los congresistas puedan renunciar a su curul y de inmediato puedan saltar a un ministerio o cualquier otro cargo en el Ejecutivo. Sin embargo, se elimina este mismo beneficio para el sector privado. Dicho apartado ha sido controversial, pues distintos sectores han cuestionado que esto sirva para que el gobierno tenga más injerencia en el poder Legislativo, puesto que puede influenciar votaciones a cambio de cargos directos para los congresistas.

Se añadieron dos parágrafos en este punto de incompatibilidades. El primero es para dejar completamente claro que, en caso de que renuncie un congresista para ir al Ejecutivo, la curul se mantiene en el partido y pasará al siguiente en la lista. El segundo punto va a ser muy controvertido cuando se dé a conocer, pues dice que los legisladores que renuncien a sus curules para ir al Ejecutivo pueden volver a retomar su escaño, siempre y cuando esté en el periodo para el que fue elegido. Esto sería una especie de doble puerta giratoria.

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Una modificación que no se esperaba y que está en la nueva ponencia es la del aumento del umbral electoral. La ley actual consagra que los partidos que no alcancen al menos el 3 % de los votos en los comicios legislativos perderán la personería. Este proyecto eleva dicha cifra al 5%, lo que implica que será más difícil mantener el reconocimiento como partidos.

Esta medida servirá, de cierta medida, para limitar la explosión de partidos que hay en la actualidad. En pocos años, el país pasó de tener 14 partidos a poco menos de 30, esto debido al acuerdo de paz y a la interpretación de algunos fallos de la Corte Constitucional. Por eso, aumentar el umbral puede ponerle coto a muchos partidos que no tienen la suficiente representación y que surgieron ante esta ventana de los últimos años.

Más allá de estos cambios, el resto del texto mantiene lo que se aprobó en primera vuelta. Entre estos puntos está la financiación 100 % estatal, una ventana única para el transfuguismo, el límite de las reelecciones en el Congreso, la paridad de las listas, y otros puntos que sobrevivieron los cuatro debates anteriores.