El centro asistencial estaba cerrado por una orden emitida desde la Secretaría Departamental de Salud, a partir de que detectara incumplimientos en la prestación de servicios, fallas en infraestructura y deficiencias administrativas.

Para la reapertura, según Beatriz Díaz Salazar, alcaldesa de Salento, se llevaron a cabo trabajos de mejora de la estructura con la colaboración de personas del pueblo —que voluntariamente se sumaron a la causa— y miembros del Ejército.

“Cuando se llevó a cabo la visita de la secretaría de Salud estábamos teniendo una transición de gerente, no hubo quién respondiera, además nos exigían unos equipos biomédicos, seguridad para el manejo y depósito de residuos. Fue un momento incómodo porque se había vulnerado el derecho a la vida, pero había que mirar dónde estaban las equivocaciones para superarlo”, aseguró la mandataria.

Explicó que las reparaciones locativas no se podían adelantar de la noche a la mañana y tampoco había recursos. “Pero personas ajenas a la entidad se vincularon para ayudar, unos ingenieros llegaron a cooperar, además, desde el hospital La Misericordia de Calarcá nos facilitaron una unidad móvil y elementos biomédicos. Gracias a la gente que se solidarizó con el establecimiento se reabren los servicios”.

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No obstante, admitió que la situación es paradójica, pues Salento se ha ganado un reconocimiento a nivel nacional e internacional. “Cómo no vamos a contar con un sitio adecuado y necesario donde podamos brindar un servicio con calidad de atención, no solo a los locales sino a visitantes. Pero, a la vez, fue un proceso hermoso porque a la población le dolió la situación, sabe que necesitamos el establecimiento”.

Reacción de usuarios

Una vez se reanudó el servicio de urgencias, una persona requirió de la atención, de inmediato el grupo de médicos se apersonó del caso y le brindó los cuidados pertinentes con la idea de que se recuperara.

En ese sentido, Ludivia Cardona, hermana de la paciente que estaba en observación, manifestó que los profesionales de la salud estuvieron atentos a la situación de su ser querido.

“La atención que nos están brindado es muy buena, estamos asustados por el estado de mi hermana, pero no nos han dejado desamparados, agradecidos con los médicos y las enfermeras”, manifestó Cardona.

Así mismo opinó sobre la importancia de que el hospital otra vez esté en funcionamiento: “Lo requiere la población, mire que nuestra hermana enfermó y si no estuviera disponible urgencias en Salento quién sabe qué habría pasado con ella, ojalá que le abran los demás servicios”.

A la espera de consulta externa

En el transcurso de la semana entrante se proyecta la reapertura del área de consulta externa, dependerá de la Secretaría Departamental de Salud y del resultado de los estudios que se lleven a cabo.

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“Se debe mejorar un techo, el sector de depósito de residuos de riesgo y la parte de parqueaderos para poder abrir”, aclaró la alcaldesa Díaz Salazar.

Indicó que la farmacia está lista para funcionar: “Reunimos unas condiciones en materia de control de fármacos. Ya revisaron y nos dieron el visto bueno”.

¿Por qué el cierre de urgencias?

La Secretaría Departamental de Salud tomó la medida transitoria de cerrar los servicios con el fin de que se mejoraran las condiciones de prestación de los mismos.

De acuerdo con las visitas de inspección, vigilancia y control se determinó incumplimiento de la resolución 3100 de 2019, la cual define los procedimientos y las condiciones de inscripción de los prestadores de servicios de salud y de habilitación de los servicios de salud.

Se tuvieron los siguientes hallazgos: “La ESE no contaba con gerente a cargo, no había enfermera profesional para el servicio de urgencias médicas. Los turnos en el horario de la noche estaban a cargo de un médico que no tenía vínculo contractual con la entidad”, dijo Yenny Alexandra Trujillo Alzate, titular de la secretaría departamental de Salud.

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Así mismo, se reportó que para los días sábado y domingo se desconocía quién era el encargado de realizar el turno para continuar con la prestación de los servicios en urgencias médicas, además no se contaba con medicamentos básicos en urgencias vitales para intubación orotraqueal, medicamentos para atención de crisis convulsivas, eclampsia, analgésicos.

“No habían equipos en buen estado para la prestación de los servicios —equipo de órganos, tensiómetros, electrocardiógrafo, laringoscopio, básculas—, lo que afecta directamente la calidad del servicio que se presta a los usuarios”.

Los médicos de Servicio Social Obligatorio no contaban con ARL vigente debido al incumplimiento en los pagos por parte de la ESE.