Esta apetecida zona turística fue reabierta el pasado 25 de diciembre por autorización de la alcaldía de Cartagena, mediante un modelo híbrido entre el protocolo de playas y el de restaurantes con un límite de aforo de 1.000 personas diarias, además de 400 operadores turísticos en Playa Blanca.

Así se lo explicó a Pulzo la asesora para la Reactivación Económica de Cartagena, María Claudia Peñas, que dijo que aunque el ingreso a la playa era con reserva vía web, al sitio se presentaron cientos de turistas que no cumplían con ese requisito.

“La reapertura de la playa se debe hacer de manera organizada, y por eso no se permitirá el ingreso sin previa reserva. Del 25 al 27 (de diciembre) tuvimos unas 2.130 reservas, aproximadamente, y el pico más alto fue el domingo”, aseguró Peñas.

La asesora para la reactivación explicó que desde la administración se trabaja en conjunto con las autoridades “para mejorar el control” de ingreso, ya que hubo personas a las que les permitieron el acceso sin que tuvieran la reserva.

Esa situación, según denunciaron medios locales, provocó una discusión entre autoridades y nativos, ya que estos últimos pretendían que más bañistas entraran al lugar pese a que el límite de aforo estaba al tope.

Preguntada sobre este inconveniente, Peñas dijo que ese es un caso a tener en cuenta a la hora de dialogar con los nativos sobre las normas que se deben cumplir, ya que hay condiciones que no se pueden pasar por alto y menos en este momento cuando los casos de contagios vuelven a encender las alertas.

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Pulzo también consultó a María González, encargada de la reactivación en la península de Barú, y lo primero que dijo fue que una gran mayoría de turistas se tuvo que devolver de allí.

“Se sabe que hubo ingresos que no estaban registrados en la página”, afirmó González, y pidió que sea la comunidad la que tome conciencia de que si se incumplen las medidas de aforo y de bioseguridad se “va a generar un foco de proliferación del virus, y nuevamente se va a cerrar Playa Blanca”.

Reapertura en Playa Blanca / cortesía Pulzo
Reapertura en Playa Blanca / cortesía Pulzo

Malestar entre comerciantes de Playa Blanca por límite de aforo

Este medio recogió el testimonio de la dueña de un restaurante que argumento, en cuanto al límite de personas permitidas, que si la comunidad peleó para que dejaran ingresar más turistas fue porque “había negocios vacíos y gente con ganas de entrar”.

“Nosotros entendemos la preocupación del alcalde, William Dau, por todo esto de la pandemia, y agradecemos la labor de la doctora María Claudia, pero es que con un aforo de 1.000 personas no alcanza para cubrir todas nuestras necesidades. Acá hay mucha hambre”, comentó la mujer, y dijo que este “malestar” es generalizado entre los comerciantes.

La propietaria del restaurante, de nombre Claudia, explicó que en la zona habilitada hay cerca de 175 negocios, y que según sus cuentas a cada uno le tocaría de a cinco o seis clientes.

“Son 9 meses sin trabajar. ¿Y tú sabes lo que es ver a 10 personas que quieren el servicio, y que aunque uno pueda prestárselo van y los devuelven? Esto necesita estudiarse de nuevo y permitir un mayor ingreso”, puntualizó la comerciante.

Precisamente estas peticiones de la comunidad son las que se están poniendo a prueba con el modelo piloto de apertura de la playa, y es por eso que María Claudia Peñas hizo un llamado a los nativos para que tengan en cuenta que aunque lo primordial es reactivar la economía, de todas formas hay unos riesgos por la COVID-19 que no se deben pasar por alto.

Estas son algunas imágenes del primer día de reapertura de Playa Blanca