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En el 118 aniversario del nacimiento de Rafael Carrillo, destacado filósofo colombiano oriundo de Atánquez, Valledupar, la publicación y rescate de obras como Ambiente Axiológico de la Teoría Pura del Derecho y Filosofía del Derecho como Filosofía de la Persona abren una nueva puerta de reflexión sobre la relación entre derecho y valores. Según lo documentado en estos textos, Carrillo introduce un cuestionamiento riguroso y contextualizado a la célebre “Teoría Pura del Derecho” del jurista austríaco Hans Kelsen, resaltando la imposibilidad de desligar el derecho de su trasfondo axiológico —es decir, del sistema de valores que subyace a toda norma jurídica—. Contrario a la aspiración formalista de Kelsen, Carrillo sostiene que los valores son componentes objetivos, trascendentes y permanentes que enmarcan cualquier teoría jurídica, siguiendo la tradición de pensadores como Max Scheler y Robert S. Hartman.
Para Carrillo, la transformación en la percepción de valores a lo largo de la historia (por ejemplo, la importancia dada a la religión en distintos momentos como la Edad Media o el Renacimiento) no modifica el valor como tal, sino nuestra intuición y capacidad cultural para identificarlo y vivirlo. Llama a este proceso la “adecuación del acto intuitivo”, proponiendo que la experiencia subjetiva es solo el canal de acceso a esos valores que, según él, tienen existencia independiente de las opiniones individuales. Así pues, la axiología —la rama filosófica dedicada al estudio de los valores— resulta indispensable para entender el derecho más allá de la simple estructura normativa.
Carrillo fortalece su argumentación mediante la fenomenología, particularmente adoptando la “Epojé axiológica”, un concepto de Edmund Husserl (padre de la fenomenología) que implica suspender el juicio acerca de la realidad objetiva del valor para analizar su manifestación en la conciencia y la afectividad. Destaca también el papel de la “simpatía” genuina, un concepto influido por Scheler, que permite conectar directamente con la esencia del valor y de los otros, abriendo posibilidades de reconocimiento e integración en la ética y el derecho. De este modo, Carrillo cuestiona los límites del positivismo jurídico —corriente que postula la neutralidad del derecho frente a la moral— al insistir que los valores no pueden ser desterrados ni ignorados en la práctica y construcción jurídica.
El debate propiciado por Carrillo trasciende la teoría pura del derecho, alcanzando problemáticas centrales en la filosofía normativa contemporánea: la vinculación entre derecho y moralidad, la legitimidad institucional y la función humanizadora del derecho en sociedades complejas. Como señala Robert Alexy en Teoría del Derecho, la inescindible conexión entre normas jurídicas y principios morales demuestra que el análisis normativo no puede prescindir del nivel axiológico, especialmente en contextos marcados por desafíos sociales y democráticos como los latinoamericanos. Investigaciones como las de Rodrigo Noguera Laborde remarcan la necesidad de modelos jurídicos integradores que respeten tanto la formalidad de la norma como la dignidad inherente a la persona.




Esta discusión, reflejada en la recepción y estudios contemporáneos de la obra de Carrillo, subraya su pertenencia a una corriente filosófica latinoamericana que liga la herencia europea con problemáticas nacionales propias. El interés internacional y el diálogo reciente entre académicos —destacado por Carlos Elías Lúquez Carrillo, actual editor de su obra— confirman la vigencia de sus planteamientos e invitan a repensar si es posible concebir el derecho, la ciencia y la sociedad al margen de los valores objetivos. En última instancia, el aniversario de Rafael Carrillo representa una oportunidad para revisar el papel de la axiología en la construcción de una justicia social legítima, plural y pertinente para el siglo XXI.
Preguntas frecuentes relacionadas
¿Qué significa la “Epojé axiológica” en filosofía del derecho?
La “Epojé axiológica” designa una técnica adaptada de la fenomenología de Edmund Husserl, consistente en suspender los juicios sobre la existencia objetiva de los valores mientras se analiza cómo se presentan en la experiencia consciente. En el pensamiento de Carrillo, esta herramienta metodológica permite distinguir entre la naturaleza intrínseca del valor y nuestra vivencia o percepción del mismo, abriendo espacio para fundamentar la objetividad de los valores sin depender exclusivamente de criterios históricos o culturales. Con ello, se aporta un argumento a favor de la existencia de valores universales presentes en toda interpretación y aplicación del derecho.
La relevancia de este concepto radica en que posibilita una aproximación más equilibrada entre el formalismo de la norma y el reconocimiento de factores afectivos y culturales en la justicia. Tal distinción es fundamental para los debates contemporáneos sobre los derechos humanos, las garantías fundamentales y la legitimidad normativa, donde la valoración subjetiva y la objetividad axiológica suelen entrar en tensión.
¿Por qué la filosofía del derecho latinoamericana pone énfasis en la integración de valores?
El énfasis en la integración axiológica dentro del derecho en América Latina responde a la necesidad de atender contextos sociales complejos, caracterizados por la desigualdad, el pluralismo cultural y los desafíos institucionales. Según estudios como los de Rodrigo Noguera Laborde, la tradición jurídica latinoamericana se ha preocupado por que los valores —dignidad humana, justicia, equidad— no queden relegados ante visiones exclusivamente técnicas de la ley. Esto cobra especial importancia en la búsqueda de una justicia cotidiana y accesible para todos los ciudadanos.
La filosofía del derecho en la región, por tanto, presenta una vocación práctica y humanizadora, procurando puentes entre la formalidad normativa y la realidad social. Así, se reconoce que la validez de una norma jurídica no puede aislarse de los valores que le otorgan sentido y legitimidad, lo que permite al derecho servir mejor a su función transformadora y protectora dentro del entramado social.
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