A finales de 2020 se logró la captura de los hermanos Álvaro Uriel y Robin Alirio Castro Gómez, considerados en su momento como los ‘narcos invisibles’, luego de seguirles la pista después de que ambos participaran de una rumba en un reconocido lugar .

Los hermanos, que fueron extraditados a Estados Unidos por delitos de narcotráfico y concierto para delinquir, se declararon culpables en un tribunal de Tampa, en la costa oeste de Florida, de traficar por mar más de 3.500 kilos de cocaína desde Colombia a Centroamérica.

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Dicho cargamento fue interceptado por la Guardia Costera de EE. UU. en aguas del Pacífico, informó este martes el Departamento de Justicia estadounidense.

Robin Castro-Gómez, de 35 años, y su hermano Álvaro Castro-Gómez, de 41, se declararon culpables de “conspirar con la intención de distribuir cinco kilogramos o más de cocaína en barco” por aguas del Pacífico, según un comunicado de la Fiscalía del Distrito Medio de Florida.

Los dos hermanos, que habían sido acusados de este cargo en 2019, se enfrentan a una pena mínima de entre 10 y 15 años y una máxima de cadena perpetua en una prisión federal estadounidense.

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Según el acuerdo de culpabilidad, los hermanos Castro Gómez reconocieron ser los responsables de intentar traficar con más de 3.500 kilos de cocaína por un valor de más de 100 millones de dólares.

En 2017 y 2018, los guardacostas estadounidenses interceptaron en diferentes operaciones tres embarcaciones en aguas del Pacífico Oriental cargadas de cocaína y con destino a Centroamérica.

Robin Castro Gómez era el encargado de dirigir y organizar cada uno de los envíos de droga desde Colombia, mientras que su hermano, previamente condenado en un tribunal por tráfico de cocaína en alta mar, le ayudaba en la operación.