Así lo dijo el psicólogo Leonardo Alberto Rodríguez Cely, doctor en criminología de la Universidad de Castilla La Mancha, en el programa ‘Nocturna RCN’.
El profesional aseguró que los estudios denotan que el perfil del abusador sexual comienza a perfilarse desde su infancia.
Manifestó que los niños que son maltratados “empiezan a tener serios problemas desde el punto de vista neurocognitivo” y es ahí donde comienza una serie de problemas de “control de impulsos”.
“Cuando a un niño se le golpea, se le humilla y se le accede carnalmente en la infancia se causan problemas altamente traumáticos”, destacó en el programa de RCN Radio.
Recalcó que el abusador no aparece de la noche a la mañana y muchos de ellos “están haciendo ‘curso’ desde la adolescencia en temas como la identidad sexual y desde el autocontrol”.
En ese sentido, Rodríguez agregó que un abusador tiene serios problemas para modular y controlar sus impulsos sexuales, por eso, aunque sabe que no debe cometer un abuso sexual, cede a la voluntad.
“El problema es que no pueden inhibir los impulsos de sexualidad”. El doctor agregó que estos son asociados muchas veces al sadismo y a que el niño o la niña sienta dolor: “A mayor dolor, mayor placer para el agresor”.
¿Y la legislación?
En su entrevista con ‘Nocturna RCN’, el profesional dijo que, “infortunadamente, estamos en un país donde hay serias historias de maltrato” que no se castigan.
A propósito de la polémica ley de cadena perpetua para violadores de niños, aseguró que se debe pensar en una sociedad no solo desde la ley, sino desde la prevención y que esta debe comenzar desde la infancia, donde es vital la familia.
“Podemos poner pena de muerte, cadena perpetua, pero eso no funcionará, porque estamos abandonando a nuestros niños y algunos, a futuro, pueden ser agresores”.
Desde su experiencia como criminólogo, Rodríguez dijo que la iniciativa es puro “populismo punitivo que distrae a la opinión pública; el tema va a ser un fracaso si no hay un cambio en la administración de justicia”.
A propósito de estos casos de abuso infantil, recientemente 7 soldados aceptaron cargos ante un juez por la violación de una niña indígena de 12 años.
Ellos reconocieron su responsabilidad como abusadores sexuales de la menor, que hace parte de la comunidad Embera Chamí en Risaralda.
Tras aceptar su acto, los uniformados tendrán medida de aseguramiento en establecimiento carcelario por el delito de acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado.
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