Han pasado 76 años y la mancha de la violencia política en Colombia sigue haciendo sombra en el país. El 9 de abril de 1948, Bogotá quedó en silencio luego del estruendo de varios disparos en pleno centro de la ciudad, mientras se desvanecía un hombre trigueño, de pelo indio y con elegante atuendo.
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Los disparos habían impactado en la humanidad de Jorge Eliecer Gaitán, el caudillo liberal que se perfilaba como el próximo presidente de la República de Colombia y que movía masas en medio de pasiones, teñidas por el color rojo y que marcaban una tendencia política ligada a la clase obrera y el proletariado.
Gaitán cayó al suelo y tuvo que ser trasladado a una clínica cercana, en donde fue atendido por los mejores galenos en medio de la turba; no obstante, la gravedad de las heridas agotó la esperanza de vida del caudillo, que murió sobre la 1:55 de la tarde.
Cómo inició El Bogotazo
La noticia se divulgó en la radio local y en la calle al unísono se escuchó: “Mataron a Gaitán, mataron a Gaitán”. Los seguidores del político liberal se lanzaron a las calles, rompieron las vitrinas de las tiendas y se armaron con cualquier objeto contundente que encontraran en el camino.
Las revueltas instaron al entonces presidente conservador, Mariano Ospina Pérez, a tomar acciones, pues ordenó a sus tropas para que salieran a las calles y controlaran la situación, que no solo se centralizó en Bogotá, sino que tuvo otros focos de violencia en diversas zonas del país.
Sobre el autor de la muerte de Gaitán hay muchas dudas, aunque siempre se ha señalado a Juan Roa Sierra como el supuesto asesino. Roa Sierra era uno de los seguidores más fieles al político, frecuentemente estaba en su oficina intentando buscar trabajo, pero nunca logró una oportunidad.
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