En adelante el gobierno exigirá un “permiso especial” de la autoridad militar que evaluará caso por caso la “justificación y “necesidad del ciudadano para el porte o tenencia del arma traumática”, de acuerdo con el decreto expedido por el gobierno.

El ministro del Interior, Diego Molano, firmó este viernes el documento que detalla la nueva medida, en representación del presidente Iván Duque que está de visita oficial en Dubái.

Lee También

Las personas tendrán un plazo de 8 meses para registrar sus armas traumáticas ante la estatal Industria Militar (Indumil) y luego contarán con ocho meses adicionales para solicitar la autorización de su porte y uso, según el decreto.

En la última década cientos de miles de estas armas fueron importadas legalmente y vendidas sin restricciones en un país que arrastra más de 60 años de conflicto armado.

Réplicas idénticas de pistolas Glock, Storm Beretta, CZ y Heckler/Koch podían comprarse en centros comerciales con solo presentar un documento de identidad. Incluso, en las tiendas de San Andrecito de la calle 38, de Bogotá, se consiguen con facilidad.

(Vea también: Capturan a extranjero que llevaba esfero-pistola con bala lista para disparar, en Popayán)

Aunque habitualmente se usan como armas de seguridad o para actividades deportivas, muchas veces terminan involucradas en robos, narcotráfico o asesinatos.

Solo en 2021 se han decomisado 6.569 armas traumáticas usadas en hurtos (125 casos), porte de estupefacientes (42), lesiones personales (42), violencia intrafamiliar (8), homicidio (6) entre otros, según el ministerio de Defensa.

Una pistola de este tipo disparada a menos de 15 metros contra tejidos blandos o una arteria puede matar, según expertos consultados por la agencia AFP.

Además, sus municiones de goma muchas veces son reemplazadas por balas de plomo.

El ministerio de Defensa calcula que en Colombia hay unas 500.000 armas traumáticas, que los ciudadanos cada vez usan más, por la inseguridad que viven varias ciudades del país. Desde 2018, más de 19.000 han sido incautadas en medio de la comisión de un delito, es decir unas 15 diarias.