En un comunicado, la fundación asegura que “pudo documentar que Quintero presionó personalmente a directivos de medios de comunicación y señaló a periodistas de ser opositoras a su gestión como forma de evadir las preguntas acerca de asuntos sobre los cuales debe rendir cuentas”.

Esos hechos, son dos denuncias de abuso sexual que mujeres hicieron en redes sociales acusando a Quintero.

Por eso, la FLIP añade en su texto que funcionarios de la administración del alcalde “intentaron forzar a medios nacionales y locales para mejorar la imagen del alcalde a cambio de pauta”.

Incluso, trabajadores de Telemedellín (agencia de medios de la alcaldía) “solicitaron a la W Radio que rectificara una publicación veraz y que además el medio de comunicación accediera a suscribir y publicar un comunicado conjunto con Telemedellín para difundir como cierta una situación que no correspondía con la realidad”.

Daniel Quintero habla de gasto en publicidad

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Ante dicha situación, la FLIP destacó que Caracol Radio rechazara como empresa “las aspiraciones del alcalde y de sus funcionarios para censurar a la prensa, respaldó a sus reporteras frente a los señalamientos del mandatario, declaró la oferta de pauta como un chantaje inaceptable y se negó a aparecer en un comunicado que pretendía difundir información errada para encubrir lo sucedido”.

Esto porque Quintero primero habló con reporteras de W Radio y como no logró nada, llamó directamente al presidente de Caracol Radio “para intentar obstaculizar la publicación”, añade el texto.

Finalmente, y aunque se desconoce el por qué una de las mujeres no quiso salir al aire, pero “la FLIP tiene conocimiento de que una persona cercana al alcalde tomó contacto con” ella.

Después de eso, desde Telemedellín se comunicaron con Caracol Radio para ofrecerle un contrato de pauta por cinco millones de pesos en el que se pretendía incluir el compromiso del medio de comunicación de hacerle dos entrevistas a Quintero en las que se resaltara el lado familiar del alcalde como padre.

Daniel Quintero y su esposa, Diana Osorio

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Luego dos periodistas de El Espectador retomaron la investigación y se contactaron con Quintero para conocer su versión, quien “no respondió a los cuestionamientos pero sí se comunicó con Fidel Cano”.

Por su parte, el director de El Espectador tampoco cedió a las presiones judiciales que anunció Quintero y le indicó que se debía comunicar con las periodistas que tenían preguntas por formularle y no con él como cabeza del medio. Al obtener esa respuesta, “el alcalde anunció que iba dejar todo en manos de su abogada y que podían ser sujetos de acciones legales si la publicación afectaba su reputación”.

Sobre el tema de la pauta, Quintero lo calificó como un error de su equipo, pero a la FLIP le parece “inaceptable” esa excusa, y recordó que nueve funcionarios de la Alcaldía de Medellín asistieron a un taller que la Fundación ofreció “sobre los usos de la publicidad oficial y prohibición del uso de la pauta oficial como mecanismo de censura”.

A esa capacitación asistió Juan Felipe Upegui, “uno de los directamente involucrados en el intento de chantaje a través de la pauta”.

Daniel Quintero, alcalde de Medellín.

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Sumado a eso, la FLIP dice que al menos 20 funcionarios “han estado disponiendo del tiempo que se les paga con recursos públicos para atender un asunto que si bien concierne a Daniel Quintero no involucra a la Alcaldía de Medellín“.

La Fundación puntualizó que intentó comunicarse con el mandatario para conversar con él sobre la gravedad de la situación, pero que no obtuvo respuesta y por eso optó por invitarlo a responder algunas preguntas y llevó el caso a los entes de control:

“En ausencia de correctivos y sanciones desde la alcaldía, la FLIP solicita a la Procuraduría General de la Nación que investigue lo sucedido con el fin de determinar la responsabilidad de los funcionarios de la administración de Medellín frente a estas presiones contra la prensa con el fin de asegurar que las sanciones disciplinarias correspondientes sean proporcionales a la gravedad de lo aquí denunciado”.

Hasta el momento el alcalde solo ha hecho referencia a las denuncias de los periodistas sobre intentos de hackeo a sus cuentas personales: