El caso lo hizo público la presidenta de la Asociación Indígena Kankuamos Unidos, Nohora Pacheco, que dijo en Blu Radio que fue esa comunidad la que denunció formalmente ante las autoridades que la menor venía siendo abusada sexualmente por seis hombres de la etnia a la que pertenece.

“Es algo aberrante y hubo que actuar rápido porque la niña estaba embarazada y su vida corría peligro”, aseguró Pacheco, y la emisora agregó que por esta razón los especialistas autorizaron practicarle un aborto en una clínica del departamento, en donde la niña se encuentra internada.

La FM recogió la denuncia de la asociación indígena y dijo que “el embarazo fue producto de uno de los abusos del que ha sido víctima esta niña”. Además, que entre los agresores sexuales también habría varios menores de edad.

Los dos medios coinciden en que los padres de la menor se percataron de lo que venía sucediendo cuando notaron que la pequeña estaba enferma, y que fue así como decidieron llevarla a un médico que les confirmó que había sido abusada sexualmente y que estaba en embarazo.

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“La gravedad del asunto es que este hecho había sido puesto inicialmente en conocimiento de la máxima autoridad indígena kankuama, que no hicieron nada para proteger los derechos de la niña, por lo que el padre de la menor se dirigió a nuestra asociación”, afirmó Pacheco Arias, que fue la encargada de orientar a la familia para que instaurara la denuncia.

El secretario general del pueblo kankuamo, Iván Lúquez, dijo que este caso ya está en conocimiento de la Fiscalía para que se encuentre a los responsables, y de acuerdo con El Heraldo la niña y sus hermanos menores quedaron bajo protección del ICBF ya que fueron encontrados en precarias condiciones de pobreza.