Por ese caso, Vanegas Bedoya estuvo 9 meses y 26 días detenido, pero fue absuelto, después de lo cual demandó a la Nación, indica El Tiempo, este miércoles.

La víspera, ese mismo medio publicó apartes del expediente del caso, según los cuales, al comienzo de este proceso, tan pronto conoció la denuncia del estudiante del Gimasio Los Pinos contra Vanegas Bedoya, la Fiscalía pidió su captura inmediata, pero “el juez 32 Penal del Circuito lo absolvió en 2007, al calificar como “inverosímil” la declaración del niño, cuya defensa no aportó pruebas suficientes de que el hecho había ocurrido”.

Ese artículo fue escrito bajo el título ‘Detalles del fallo que libró de la cárcel al exrector del San Viator’ y tiene un párrafo que reza: “Lo concreto es que, con base en el testimonio del niño de 13 años, la Fiscalía pidió en ese entonces su captura inmediata. Pero el juez 32 Penal del Circuito lo absolvió en 2007, al calificar como “inverosímil” la declaración del niño, cuya defensa no aportó pruebas suficientes de que el hecho había ocurrido”, sin mencionar que estuvo preso, así fuera como sindicado, como lo anuncia el encabezado.

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Ni siquiera el mismo Vanegas Bedoya lo mencionó en las primeras declaraciones que dio a medios de comunicación cuando contó pormenores del largo proceso que enfrentó (que incluso agotó tres instancias) por la denuncia, en 2005, de un estudiante de 13 años en el Gimnasio Los Pinos, y que fue tomado como antecedente del escándalo por la denuncia de la madre de Daniel Osorio, que dijo que su hijo se suicidó porque fue abusado por varios curas del colegio San Viator.

“En otro colegio en donde yo era rector fui denunciado ante la Fiscalía, y la misma Fiscalía precluyó. Sin embargo, una juez decidió que debía seguir investigando. Al ocurrir esto, la Fiscalía se vuelve acusadora y me voy a juicio. Los venzo en juicio y se demostró mi inocencia en primera instancia. Eso pasa a segunda instancia, porque la Fiscalía, al perder, apela, y eso va al Tribunal Superior de Bogotá”, le dijo Vanegas Bedoya a Caracol Radio.

En la versión que dio Vanegas Bedoya el viernes pasado a esa emisora dijo también que tres magistrados del Tribunal Superior de Bogotá revisaron el proceso y dejaron en firme la decisión de primera sentencia, y que su caso escaló luego a la Corte Suprema de Justicia. “La Corte indaga, investiga y falla. Un dictamen que confirma plenamente lo obrado en los tres momentos anteriores. De manera contundente se pudo demostrar la inocencia mía y no hay ninguna anotación sobre mi conducta”, dijo.

El Tiempo encontró, además, que el Tribunal Superior de Bogotá, en sentencia del 24 de junio de 2008, “advirtió que eran creíbles tanto el relato del menor como el del procesado”, por lo que “partiendo de la presunción de inocencia, se aplicó el principio de ‘in dubio pro reo’”, es decir que la duda razonable se resuelve a favor del investigado. Por eso, Vanegas Bedoya quedó libre.

Este miércoles, el diario capitalino ofrece otras facetas del caso, como que Vanegas Bedoya demandó al Estado y hace 14 meses el Consejo de Estado le ordenó a la Rama Judicial, en una segunda instancia, pagarles a él, a su familia y a la comunidad religiosa Clérigos de San Viator. Los montos finales fueron 344 millones de pesos para el demandante y su familia, y 115 millones de pesos por daño emergente a favor de la comunidad religiosa Clérigos San Viator.

Nota: la versión original de este artículo se escribió bajo el título ‘¿Por qué exrector de San Viator no fue a prisión por caso similar en Gimnasio Los Pinos?’, pero resultó imprecisa por la información inicial que ofreció El Tiempo.