24 horas después de hacerse pública la declaración de insubsistencia de Ocampo y el nombramiento de Olaya,el Ministerio de Educación hizo públicos cuatro memorandos que datan del último mes y detallan las tensiones internas en la entidad.

Según la ministra de Educación, Yaneth Giha, los documentos, enviados por el entonces subdirector de la entidad a su ahora exjefe evidencian “decisiones y omisiones (de Ocampo) que afectan gravemente el normal desarrollo de las funciones de Colciencias, desconociendo los principios constitucionales de la administración pública de planeación, responsabilidad y economía.

En palabras de Olaya, su predecesor derogó “delegaciones de contratación pública de todas las áreas de la entidad, concentrando la potestad de contratar todos los recuersos de la entidad única y exclusivamente en el director“, algo que causó molestia al interior.

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Posteriormente, Ocampo decidió cancelar el comité de subdirección, que al ser el órgano que discutía las necesidades de contratación, quedó inoperante, agrega Olaya.

El exsubdirector de la entidad también alega demoras del exdirector en la planeación institucional para 2018, y retrasos en contratación.

Por su parte, César Augusto Ocampo publicó una carta reproducida por varios medios de comunicación, entre ellos Caracol Radio, en la que confirma que reasumió “las funciones que se habían delegado” durante la administración anterior en cuanto a contratación, para “tener un control más cercano en cuanto toma de decisiones”, y desde entonces hubo descontento de su segundo al mando.

“La situación se agravó con la expedición de la Resolución 1773 de 2017 que pretendía establecer un tope para el pago de honorarios a personas naturales que prestan sus servicios a la entidad, toda vez que se hallaban casos en los que personas con formación de bachiller tenían honorarios mensuales superiores a los obtenidos por profesionales con títulos de posgrado”, revela Ocampo.

El saliente director cuenta que el secretario general de la Presidencia le había advertido que debería poner su cargo a disposición del presidente Santos, desde entonces pidió una cita personal con el mandatario, pero nunca le fue asignada.

Sobre la presunta demora en la planificación, Ocampo afirma que “estaba revisando con mucho detalle la planeación y la contratación de 2018”, aseguró que iba “a cumplir con las fechas límites para finalizar ese proceso” y agrega que sus contradictores “citan eso como evidencia de que no estaba ejecutando y que la entidad estaba paralizada, algo que no es cierto”.

Ocampo concluye con palabras para sus detractores:

“Como académico, manifiesto que sus motivaciones obedecen a los intereses particulares de un grupo de personas que se han encargado de hacer del ente rector de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, otro de sus fortines burocráticos”.