El pasado 1 de diciembre, la Casa de la Cultura de Calarcá fue el escenario escogido para la presentación de ¡Aquí están!, una obra escrita por Wilson Suárez Gómez, quien además de escritor es psicoanalista en formación. La obra constituye un seminario crítico cuyo propósito es impulsar una reflexión profunda sobre la memoria, el ejercicio de la palabra y la responsabilidad ciudadana en Colombia. Wilson Suárez, originario de Bogotá pero criado en Calarcá desde los tres años, experimentó una infancia y adolescencia marcadas por la influencia familiar, en especial la de su madre, Ámparo Gómez Monroy, militante de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. A los 13 años, trasladó su vida a Medellín para proseguir sus estudios en el Colegio Adventista UNAC, aunque regresó al Quindío a los 17, encontrando allí los referentes literarios que alimentarían su sensibilidad, como Luis Vidales y Baudilio Montoya.
La inquietud por la escritura le surgió a los 40 años, cuando ya acumulaba una década participando en el Grupo de Estudio Psicoanalítico de Armenia (GEPA). Suárez comprende que todo su trayecto vital y profesional lo preparó para escribir ¡Aquí están!, un libro extraordinario que explora las voces de destacados personajes políticos y sociales como Luis Carlos Galán, Jorge Eliécer Gaitán y Jaime Hernando Garzón Forero. La estructura de la obra, que se presenta como un diálogo crítico con estas figuras, invita a repensar la historia y las heridas del país.
El libro advierte sobre los riesgos latentes de repetición de la violencia fratricida en Colombia, al identificar cómo los fanatismos y la defensa de figuras políticas pueden transformar el debate en enfrentamiento. Suárez utiliza la memoria colectiva y los discursos de Galán, Gaitán y Garzón como herramientas para denunciar la persistente sombra de la “pena de muerte entre líneas” en la nación, una violencia simbólica que, aunque es anticonstitucional, permanece en el imaginario colectivo. Así, su llamado es a reflexionar sobre la manera en que la historia continúa enviando mensajes de advertencia a las nuevas generaciones.
La carátula de ¡Aquí están!, ilustrada con las tres letras G en honor a los apellidos de Garzón, Gaitán y Galán, busca dar presencia a sus palabras y pensamientos, respetando sus discursos y recuperando su vigencia. Además, el diseño físico está pensado para que la lectura no solo sea auditiva sino también visual, con la correcta puntuación que permite reconstruir el sentido detrás de cada frase.
Según lo expuesto por Suárez Gómez, la preproducción del libro se extendió por casi toda su vida, 49 años en los que las vivencias personales, recuerdos y la huella de los hechos históricos se han entrelazado para constituir el tejido narrativo. Ejemplos como la muerte de Gaitán o el acercamiento personal a la familia de Jaime Garzón enriquecen el mensaje de memoria y crítica presente en la obra.
Un concepto recurrente en el libro es el “trastorno obsesivo de la pobreza”, entendido simbólicamente como una manera de no dimensionar la riqueza natural y colectiva de Colombia. Adicionalmente, el autor considera que características como la impuntualidad y la falta de visión colectiva alimentan esa pobreza, pero al ser trastornos simbólicos se pueden transformar si se vuelven conscientes. Suárez recalca que, aunque un solo libro no puede redimir a un país, sí puede contribuir a reducir la carga de la vida y sensibilizar a los lectores sobre los retos de construir colectivamente el futuro.
El libro también destaca el auge del movimiento literario emergente en el Quindío, especialmente en Calarcá, una región que Suárez considera un verdadero “paraíso literario” y cuna de muchos autores en formación. Finalmente, el escritor expresa su deseo de ampliar su obra literaria a otros géneros y soportes, como la novela o la producción audiovisual, con el fin de llevar mensajes transformadores mediante distintas formas de expresión.
¿Por qué es relevante reconsiderar la memoria política en Colombia a partir de la literatura crítica?
La importancia de abordar la memoria política mediante obras como ¡Aquí están! radica en la capacidad de la literatura para generar espacios de diálogo y reflexión sobre las heridas del pasado. Cuando las nuevas generaciones se acercan a discursos fundamentales de figuras como Gaitán, Galán o Garzón, pueden comprender cómo la violencia y las fracturas sociales han moldeado la identidad nacional y continúan influyendo en el comportamiento colectivo.
Este acercamiento literario facilita la construcción de una memoria histórica consciente y crítica, clave para evitar la repetición de los errores del pasado. Además, invita a la ciudadanía a ver el conocimiento y la palabra como herramientas de transformación social, consolidando el papel de la cultura en la construcción de una Colombia más justa y solidaria.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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