La agente Diana Carolina Morales Palma era distinguida dentro de la Policía Nacional por su buen comportamiento y ejemplar conducta, elogios que se diluyeron como polvo ante la sorpresa que se llevó la institución al señalarla culpable de haberse robado cerca de 300 millones de pesos, según indicó El Tiempo. 

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De hecho, la patrullera aceptó los cargos por peculado por apropiación, fraude procesal, desobediencia, acceso abusivo a sistema informático y peculado por apropiación en modalidad de tentativa que un fiscal delegado de la Justicia Penal Militar y Policial le imputó por desviar el dinero a sus familiares aprovechándose del cargo que ejercía en el área financiera de la institución, de acuerdo con el citado medio.

La uniformada permanece recluida en el calabozo de la Sijín, a la espera de que su proceso continúe.

Morales pasó la vergüenza de ser capturada en una ceremonia en la que estaba el director de la Policía Nacional, general Henry Sanabria, quien sorprendido por el accionar de la uniformada, pidió pasarla por el frente de sus compañeros: “Ya lo decía yo que siempre había una desgracia en diciembre, cada quien responde por sus actos”, dijo el general, según Revista Semana.

De acuerdo con el expediente conocido por el periódico, la patrullera aprovechó su cargo para ejecutar pagos a favor de terceros, incluso acreedores a través del sistema de información SIIF Nación II, que pertenece al Ministerio de Hacienda y Crédito Público, y el software para la la transformación digital (SAP), que funciona en el Ministerio de Defensa.

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Según la revista, la patrullera Morales hizo cuatro transacciones por un valor de 286’376.656 pesos y tuvo un pago pendiente por 75’000.000 millones de pesos. Además, otros pagos que no fueron revelados para no entorpercer la investigación, pero en el que estarían involucradas otras personas que también podrían ser capturadas.