Los pasajeros al interior de un vuelo de Latam vivieron momentos intensos debido a un aterrizaje forzoso el martes, en el que la aeronave tuvo daños en su tren delantero y echó fuego al tocar tierra.

El aeropuerto José María Córdova, de Rionegro, reanudó operaciones en medio de múltiples vuelos retrasados, con más de 13.000 personas afectadas por esa situación.

Dos de las personas presentes en el avión que protagonizó el accidente relataron cómo se vivió entre el temor y la incertidumbre al saber que había una falla en la aeronave.

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Alonso Rincón, uno de los pasajeros, afirmó en entrevista con Noticias Caracol que tenían un vuelo a Cartagena a las 10:58 de la mañana, pero que les informaron de retrasos por un inconveniente con el avión en Pereira. Horas después (sobre la 1:05 p.m.), indicó que llegó la aeronave y empezaron la evaluación.

“Ellos empiezan a hacer como un escaneo, hay como 12 o 13 personas escaneando el tren delantero, pero en ningún momento vimos que hicieran algo diferente a mirar”, afirmó y agregó: “Cuando a nosotros nos dicen que no van a abordar, luego sale otra persona y dice que sí, que ya todo se normalizó y que no hay fallas técnicas. Nos hacen el abordaje, salimos más o menos como a las 2:05 o 2:10 de la tarde”.

El pasajero, que es mecánico automotriz, manifestó que alcanzó a notar sonidos raros y fallas desde el carreteo en la pista, algo que le comunicó a su hermana, con quien estaba en el avión. Así, revivió momentos del vuelo.

“En el aire, vemos que las azafatas empiezan a entrar a cabina. Cuando salen nos dicen: ‘Estamos retornando a Rionegro porque tenemos fallas técnicas y debemos prepararnos para impacto’. Ellos aumentaron un poco el protocolo porque hubieran dicho: ‘Tenemos el tren, pero podemos llegar’, pero nosotros esperamos dentro, que es donde ustedes ven que empezamos a orar, y aguardamos a un impacto porque ellos hablaron inicialmente de eso”, relató.

El hombre explicó que azafatas les informaron que en el momento en el que ellos dijeran: ‘Colisión, colisión, colisión’, los pasajeros debían que ubicarse en posición de impacto.

Rincón reconoció que para varios de los pasajeros, incluido él, ese anuncio los llevó a pensar que no había alternativa y que ser lo último que pudieran hacer en vida. Por eso, lo vivieron con intensidad.

“Empezamos a orar. Algunos alcanzamos a llamar y poner mensajes de WhatsApp. Fue algo que nos marcó para toda la vida”, afirmó el pasajero.

Explicó que el primer mensaje de emergencia se los dieron 20 minutos después del despegue, además que señaló que “los mismos acompañantes de la aerolínea no tuvieron calma”. Aún así, se movieron dentro del avión para evitar peores consecuencias.

“Todos estábamos en la parte de atrás para hacer peso en la cola para que cuando el avión aterrizara no sufriera todo el impacto”, indicó y explicó que en esos lugares había espacio para ubicarse con el cinturón de las sillas puesto para dejar las primeras filas vacías.

“Fue tanto el impacto que abrió la cabina del piloto. Nosotros alcanzamos a ver el piloto tratando de controlar. Yo era de los primeros en la fila. Él solamente dijo: ‘Discúlpenme por no haber reaccionado, yo tenía que controlar primero el avión'”, contó.

Rincón aseveró que inicialmente no sintieron el impacto porque el avión aterrizó en las dos llantas traseras tratando de mantener la nariz arriba para no recibirlo muy duro. Aún así, se hizo un llamado de atención al resto de pasajeros.

“La gente pensó que ya estábamos libres y empezaron a aplaudir y a gritar. Cuando muchos gritamos que no había terminado para que se sentaran y se calmaran porque podíamos hacer que el avión perdiera estabilidad”, manifestó y concluyó que, luego de esta experiencia, quedó con miedo a viajar en avión.

Otro pasajero, Andrés Flórez, también revivió en Noticias Caracol algunos momentos dentro del avión, con el temor que se sintió por parte de las personas en medio del incidente.

Una niña de 6 o 7 años decía: ‘No me quiero morir’. Hubo algunos que alcanzaron a prender el celular y despedirse de la familia”, relató y confesó: “Muchos de nosotros ya le pedíamos perdón a Dios”.

Este fue el reporte desde el aeropuerto de Rionegro, en donde Flórez, uno de los pasajeros, contó cómo fueron algunos de los momentos de temor entre los presentes en el vuelo.

Este fue el relato Alonso Rincón, otro pasajero, dio detalles sobre la situación que se vivió en la aeronave cuando aún estaba en el aire.