El también expresidente había pedido que las autoridades utilizaran sus armas de dotación para controlar los desmanes en algunas manifestaciones, trino que fue borrado por Twitter por “violar sus normas respecto a la glorificación de la violencia”.

Esa opinión causó masivo rechazo de diferentes sectores, sobre todo en un momento en que la escalada violenta mantenía a varias ciudades en jaque, incluyendo a Cali y a Bogotá.

Durante la noche esa situación se agravó y en ambas ciudades se reportaron disparos con arma de fuego, algunas veces con autoría comprobada por parte de Policía o militares.

Fueron horas de inquietud en las que los videos y las denuncias ciudadanas fueron las que hablaron por sí solas. López solo se pronunció pasada la medianoche, diciendo que “los mensajes irresponsables de Álvaro Uribe dispararon (literalmente) la tensión“.

“No permitiremos que se masacre a nuestros jóvenes. Después de muchos esfuerzos logramos retirar el Esmad de todos los puntos y garantizar el retorno a casa”, agregó.

Este fue el trino de la mandataria capitalina:

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Aunque en muchos lugares hubo protestas pacíficas, en otras la tensión desencadenó choques entre manifestantes y autoridades. En el occidente de la ciudad, principalmente, los gases lacrimógenos disparados para controlar muchedumbres afectaron a decenas de hogares.

A raíz de esto, en redes sociales cuestionaron que diera por hecho que los uniformados se retiraban, cuando todavía parecía haber violencia en las calles:

Pero muchos otros también le enrostraron a la alcaldesa las acciones violentas que ya llevaban varias horas sucediendo, sin que se conociera reacción pública: