El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
El presidente Gustavo Petro respondió públicamente a la comunicación difundida en redes sociales por el Frente de Guerra Urbano Nacional del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en la que se anuncian medidas de paro armado desde el 14 de diciembre hasta el miércoles 17 de diciembre a las 6:00 a. m. Según lo reportado por El Espectador, dicho grupo insurgente expresó que acataría “la orden de nuestra Dirección Nacional de paro armado nacional” y solicitó a los ciudadanos de varios núcleos urbanos y rurales, como Cúcuta, Barrancabermeja, Medellín, Cali, Popayán y Bogotá, no acercarse a instalaciones ni a vehículos y motocicletas identificados con la policía.
El comunicado de la organización insurgente enmarcó estas acciones como una protesta ante lo que denomina una nueva etapa del “plan neocolonial” encabezado por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sumado a una supuesta amenaza de intervención en América Latina y el Caribe. Este señalamiento contextualiza la coyuntura en la que surge el paro armado, mostrando cómo el ELN intenta dotar de razones ideológicas sus acciones armadas en el territorio nacional.
En respuesta directa, el presidente Petro dejó clara la posición del ejecutivo: instruyó a la Fuerza Pública de Colombia para “atacar al ELN y defender al pueblo ante cualquier amenaza externa”, al tiempo que hizo un llamado a la población a participar de las festividades navideñas sin temor. En su pronunciamiento en redes sociales, Petro subrayó que las amenazas no están dirigidas contra Donald Trump, sino que representan un peligro para Colombia y para el proyecto de unir a la región, evocando el ideario de la Gran Colombia y la figura del sacerdote Camilo Torres Restrepo, vinculado históricamente a movimientos revolucionarios y a la búsqueda de paz en el país.
El mandatario enfatizó que “el miedo paraliza” y que el pueblo colombiano no cederá ante intimidaciones, ni por parte de actores externos ni de quienes, a su juicio, se presentan como revolucionarios pero actúan como delincuentes. “El dueño de Colombia es el pueblo de Colombia”, aseveró Petro, insistiendo en el derecho de la ciudadanía a vivir y celebrar en paz durante las festividades.
No obstante, las amenazas del paro armado se materializaron en hechos violentos. Autoridades informaron sobre un ataque en Puerto Santander, Norte de Santander, donde hombres armados identificados como miembros del ELN atacaron la estación de policía local. Durante el hecho, un civil, el conductor de una ambulancia municipal que se encontraba cerca, perdió la vida tras ser herido por disparos. El coronel Fabio Ojeda, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, explicó que en equipo con la Fiscalía General de la Nación se llevó a cabo la inspección técnica al cadáver y se recolectó evidencia para esclarecer los hechos.
Sumado a esto, el Ejército Nacional informó sobre el hallazgo de un cilindro cargado con explosivos en la vía que conecta a Cúcuta con Pamplona, también en Norte de Santander. Tropas especializadas del Grupo de Caballería Mediano N.° 5 General Hermógenes Maza realizaron la destrucción controlada del artefacto, evitando posibles consecuencias mayores. Estos acontecimientos refuerzan la gravedad de la situación de seguridad que afronta el país en el contexto del paro armado promovido por el ELN.
Seguir estos acontecimientos y comprender las dinámicas entre el discurso gubernamental, las acciones armadas y la realidad sobre el terreno resulta fundamental para comprender los desafíos actuales de la seguridad y la justicia en Colombia, según lo reportado por El Espectador y autoridades pertinentes.
¿Qué es un paro armado y qué consecuencias tiene para la población civil?
El paro armado es una táctica utilizada por grupos armados ilegales en Colombia, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), para restringir la movilidad y las actividades cotidianas de la población mediante amenazas y acciones violentas, buscando así ejercer presión política o social. Usualmente, durante estas jornadas, se ordena a los ciudadanos abstenerse de circular por ciertas vías, acudir a eventos públicos o transitar cerca de instalaciones policiales, bajo advertencia de represalias.
Para la población civil, estas situaciones suelen representar un grave riesgo para la seguridad y la libertad de movimiento, además de impactos psicológicos y sociales considerables. El temor a posibles ataques y la imposibilidad de acceder a servicios básicos, trabajar o celebrar fechas importantes, como las fiestas navideñas, son algunas de las consecuencias más evidentes. Comprender este fenómeno resulta esencial para valorar la dimensión humana y social de los conflictos armados en Colombia.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
¿Qué dijo Gustavo Petro sobre tensión entre Estados Unidos y Ecuador?
El presidente Gustavo Petro encabezó en Puerto Asís, Putumayo, el acto protocolario de destrucción de material bélico entregado por la disidencia conocida como Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (CNEB), como parte de los avances hacia la paz total.
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