Por: El Colombiano

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Este artículo fue curado por Laura Murillo   Ago 25, 2023 - 6:19 pm
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La situación en la frontera entre Colombia y Panamá por el Tapón del Darién se podría tensar en los próximos días a raíz de las declaraciones que el gobierno del país vecino emitió recientemente y que derivaron en una visita ministerial a la zona por la que cientos de miles de migrantes cruzan para buscar llegar a pie hasta Estados Unidos.

El miércoles 23 de agosto se celebró la Conferencia Regional sobre Migración, certamen en el cual el ministro de Seguridad Pública de Panamá Juan Manuel Pino indicó que ese país tomará “medidas y acciones contundentes” sobre la migración por la selva del Darién, aquél despiadado tramo que hace de frontera natural con Colombia y que en los últimos años se ha convertido en uno de los escollos de la actual crisis migratoria que vive la región.

(Vea también: 16 migrantes, en su mayoría venezolanos, perdieron la vida en accidente en México)

De acuerdo con las autoridades panameñas, tan solo en 2023 han pasado por sus fronteras 308.000 personas. De estas, 171.043 son ciudadanos venezolanos, casi 40.000 son ecuatorianos y 35.000 son haitianos. Los servicios migratorios panameños también alertan por el aumento de migrantes chinos (11.106) e indios; así como del hecho de que quienes cruzan la frontera, el 21 % son menores de edad y de estos, la mitad no superan los cinco años.

Pero más allá de las dramáticas cifras récord de migrantes, a los panameños les preocupan los estragos sociales y ecológicos que está dejando el amplio flujo migratorio que hace que por día pasen entre 2.000 y 3.000 personas por la frontera.

“Hemos detectado en el flujo de migrantes más de 200 personas acusadas de diferente crímenes. Hay pedófilos, violadores, homicidas, terroristas. ¿Es ‘humanitario’ permitir que los niños sigan pasando (hacia el norte) con este tipo de gente? (…) Además ¿Ustedes creen que de 308.000 personas que cruzaron el Darien solo han muerto cerca de 1.000? ¡Eso es falso! ¡No sabemos cuánta gente se queda en el Darien pero nos exigen a nosotros rescatar los cuerpos y nadie nos da dinero para ayudarnos en ninguna de esas acciones!”, reclamó en la cumbre Samira Gozaine, directora del Servicio Nacional de Migración, República de Panamá.

Por su parte, el ministro Pino, señaló que los daños sufridos por el territorio son irreversibles, por lo que el país ha tomado la decisión de transformar este problema humanitario en uno de seguridad nacional por los efectos que está dejando la migración y que acarreará decisiones “internas y externas” entre las que podría estar el cierre de fronteras ante lo que dio a entender falta de compromiso de los demás países de la zona.

“La comunicación y el manejo que ha tratado de darle Panamá al asunto a través de la cooperación internacional ha caído en oídos sordos. Hay países del sur del continente que no le están prestando la debida responsabilidad al tema y lógicamente Panamá deberá tomar decisiones internas y externas”, apuntó el funcionario.

Por eso anunció que desde hoy viernes seis ministerios panameños se trasladarán al Darién para evaluar cuales serán las medidas que se tomarán para atajar el problema, las cuales se conocerían la próxima semana.

En la frontera colombiana, o más precisamente en el Urabá antioqueño, el aire de incertidumbre del anuncio panameño no ha caído bien teniendo en cuenta el antecedente que dejó el anterior bloqueo de la frontera en mayo de 2021 y que solo se vino a conjurar tres meses después, lo que significó que solo en Necoclí quedaran varados cerca de 15.000 migrantes.

“¿Qué si estamos preparados?… Mejor dicho… Antes acá estamos haciendo una mesa migratoria para la próxima semana para llamar la atención de Gobierno para saber que vamos a hacer con ese posible cierre”, apuntó un funcionario de la Alcaldía de Necoclí.

De otro lado, si bien no hubo una respuesta directa sobre si están preparados o no para atender otro cierre de frontera, en el distrito de Turbo indicaron que su situación actual ya es compleja pues la mayoría de los 660 núcleos familiares de migrantes pernoctan en las calles esperando conseguir el dinero para seguir el viaje, de acuerdo al último censo hecho el pasado 11 de agosto.

“Lo más complejo es que sus necesidades fisiológicas las hacen en la calle y parques que se han tomado, muchas veces en los mismos espacios en los que viven y realizan sus comidas”, apuntó la secretaria de Gobierno de Turbo quien indicó que como pueden atienden a los migrantes a través de brigadas de atención y salud en compañía de otros entes internacionales.

Diariamente por Turbo salen 1.200 personas hacia Acandí, entre ellos niños solos, buscando llegar al Daríen. Esta cifra da cuenta del número que quedarían atrapadas de cerrarse la frontera.

Otro viso de lo que podría pasar con el cierre en Panamá sucedió el pasado fin de semana con la alerta en la región a raíz de la tormenta tropical Franklin que hizo que las olas del mar Caribe llegaran hasta 2 metros de alto.

Esto obligó a que la Capitanía de Puerto del Urabá ordenara el cierre de operaciones marítimas en Turbo y Necoclí, por lo que más de 5.000 migrantes quedaron atrapados en estos municipios costeros por más de tres días, lo que encendió las alarmas sanitarias de las autoridades pues muchos no tuvieron más remedio que acampar en cambuches donde pudieron así fuera en las mismas playas del municipio con los riesgos que esto conllevaba.

Y aunque desde el miércoles se reactivaron las operaciones fluviales y los migrantes represados fueron evacuados en un 80 %, en la zona todavía siguen llegando de a 1.000 migrantes por día y de estos quedan grupos de rezagados esperando su oportunidad de llegar al Darién, por ejemplo, en Necoclí, estos pueden ser casi 800.

Esto sin contar con los migrantes que hoy están caminando en dirección al Urabá. Por eso las autoridades locales indican que si esto sucedió con un grupo “pequeño”, ni saben lo que les tocará volver a vivir si el cierre llega a hacer acumular más viajeros.

El Colombiano contactó con la Gobernación de Antioquia para conocer si la entidad está preparada para atender a los migrantes que quedarían atrapados.

La entidad indicó que desde la identificación del aumento de migrantes en el Urabá entre julio y agosto de 2023 estableció dos puestos de mando unificados en Medellín y en Necoclí. A través de estos se está coordinando con las demás entidades a cargo del tema las acciones que se deberán tomar en caso de que se dé la contingencia; entre las que se incluye actualizar el protocolo de aglomeraciones de migrantes para aplicarlo en el Urabá.

“Es importante mencionar, que frente al componente de atención y asistencia humanitaria para migrantes que se concentra en dichos municipios, viene siendo liderado por las agencias de cooperación y del Sistema de Naciones Unidas, acciones que desde la institucionalidad reconocemos”, añadió la Gobernación. 

Este diario también consultó con la Cancillería de Colombia sobre el mismo tema pero hasta ahora no hay respuesta.

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