El operativo se adelanta en zona selvática de límites entre los departamentos de Guaviare y Caquetá, donde cayó el pequeño avión y sitio en el que fueron encontrados los cuerpos del piloto, de otro hombre y de la mamá de los infantes.

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En consecuencia, el rastreo se adelanta con hombres en tierra y aeronaves desplegadas por la zona, en donde han sido detectadas algunas huellas, así como elementos y prendas que dan a pensar que los niños estarían vivos.

Sin embargo, lo espeso de la vegetación ha complicado la posibilidad de dar con el paradero de los pequeños, que pertenecen a una comunidad indígena y que viajaban en el momento del siniestro hacia San José del Guaviare para visitar al papá de 2 de ellos.

En ese sentido, el grupo de militares que adelanta la búsqueda optó por lanzar a la selva cerca de 10.000 papeles con un mensaje en español y en el idioma nativo de los menores con algunas instrucciones para facilitar su ubicación.

Además, han tirado paquetes de sobrevivencia con agua, suero, galletas, chocolates y más comestibles para que los menores se puedan abastecer en caso de que los vea.

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A niños perdidos en la selva les piden hacer humo para encontrarlos

Acá, el mensaje de los 10.000 volantes:

“Los estamos buscando. No se muevan más, quédense cerca a un caño o quebrada. Hagan ruido. Hagan humo. Los vamos a salvar. Estamos cerca. Su abuela Fátima y la familia los están buscando”.