De acuerdo con Coronell, que ha demostrado (incluso en el caso del expresidente Álvaro Uirbe) que tiene acceso a los procesos judiciales más delicados del país, algunos de los cuales son llevados por la Corte Suprema de Justicia, los testimonios que señalan a Martínez son de dos exfuncionarios de la Fiscalía.

Se trata del exfiscal especializado Fabio Augusto Martínez Lugo y del exagente del CTI Luis Carlos Gómez Góngora, hoy presos por chuzadas ilegales, sostiene Coronell en su columna.

¿Y a quiénes chuzaron? De acuerdo con Coronell, a Humberto de la Calle, Iván Cepeda, Piedad Córdoba, Álvaro Leyva Durán y los abogados Diego Martínez y Enrique Santiago, asesores jurídicos de las Farc para la negociación.

Lee También

“Los analistas de esta sala [de interceptaciones CIAN, en el búnker de la Fiscalía] efectuaron el monitoreo y análisis de las conversaciones obtenidas; las interceptaciones de datos (mensajería, WhatsApp, Facebook, Messenger, correos electrónicos) estuvieron a cargo por orden del Fiscal general, por la DIJIN de la Policía Nacional”, dijeron Martínez Lugo y Gómez Góngora en el documento que revela Coronell.

Y después, en las declaraciones publicadas por Coronell, vienen los testimonios más comprometedores para Martínez: “Los resultados de los análisis de las interceptaciones, eran entregadas al señor Fiscal General de la Nación, al doctor Néstor Humberto Martínez; esto se hacía a través del señor Brigadier General (r)  Luis Alberto Pérez Alvarán, director nacional del CTI”.

En su respuesta a Coronell, Marínez le aseguró que durante su administración “se puso al descubierto una red ilegal de chuzadas y se actuó con contundencia ejemplarizante, por convicción y porque no tengo rabo de paja”.

La información de estas supuestas chuzadas a los negociadores y facilitadores del proceso de paz con las Farc en La Habana se conoce tres años después de las tratativas de las dos partes en la isla, que dieron como resultado el acuerdo de paz que terminó con la desmovilización parcial de esa guerrilla (otros permanecen armados como disidencias).