Una de las víctimas era una niña de 18 meses de nacida que había sido trasladada hace cuatro días desde Uribia, La Guajira, y que falleció este viernes debido a síntomas asociados con una desnutrición severa, informó el Canal Uno.

La pequeña tenía un peso de cinco kilos, y según dijo a ese medio el doctor Jairo Quiroz, director científico de la Clínica Reina Catalina (en Baranoa), “el peso corresponde a la edad de un niño recién nacido de un mes aproximadamente”.

“Lo más seguro es que nació de bajo peso y se mantuvo en esa situación por aspectos económicos y culturales que se viven en esta etnia en la que se presentan estos casos de desnutrición severa’’, agregó Quiroz.

La otra víctima, según Noticias RCN, era una menor de un año que murió horas antes en un hospital en barranquilla también por los mismos síntomas de desnutrición.

“Padecían una desnutrición crónica y otras enfermedades”, agregó Quiroz en el noticiero.

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Estas muertes, sumadas a las 41 que reportó el Instituto Nacional de Salud (INS) en lo corrido de este año, encendieron las alarmas de las autoridades competentes debido a la mala alimentación que les están proporcionando a los menores de comunidades indígenas.

RCN Radio hizo una comparación de las cifras que ha entregado el INS sobre estos casos, y encontró que hasta finales de octubre había cuatro muertes más en comparación con el mismo periodo de 2017, cuando se registraron 37.