A varias de las edificaciones de lo que se conoce en Armenia como la antigua estación del ferrocarril, el paso de los años, la incultura ciudadana y la falta de acciones de protección y restauración las siguen empujando a un deterioro evidente.
En el área de las bodegas, refugio frecuente de habitantes de calle para el consumo de sustancias sicoactivas, delincuentes se robaron las puertas. Además, la zona fue convertida en un basurero, desde donde emanan los malos olores y se siente la desesperanza por el abandono de un escenario que, en 1989, el Consejo Nacional de Monumentos incorporó en el listado de edificios del Patrimonio Nacional.
María Cristina Mejía, directora del Museo de Arte de Armenia y el Quindío, Maqui, que tiene su sede en una de las bodegas del interior de La Estación, lamentó el hurto y estado de las edificaciones exteriores, además del robo de partes en otras de las edificaciones.
“Los marcos de las ventanas y baterías sanitarias desaparecieron hace años”, revelaron.
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A la vez se refirió a lo que es el plan especial de manejo y protección: “No ha sido aplicado, y que obliga a la alcaldía a hacer una reestructuración. Debe haber una organización para generar una zona cultural que tome La Estación y la plaza de toros. Debe estar una persona que gestione recursos y que pueda sostener todo esto. Entendemos que Bienes y Suministros, Planeación e Infraestructura tienen muchas responsabilidades, sería bueno elegir un encargado”.
Personas del común también manifestaron su preocupación con el estado actual del lugar: “Todos los días paso por este lugar y es triste ver el estado en el que está, cómo la gente se está llevando las puertas de las bodegas. Pareciera que no hay quién atienda esto que está lleno de habitantes de calle”, dijo Darío Antonio García.
Fernando Jaramillo Botero, académico e integrante de la Academia de Historia del Quindío, manifestó que se requiere del compromiso de las administraciones públicas para recuperar La Estación.
“El problema creo que ha sido de las alcaldías. Los mandatarios de los últimos 25 años fueron destituidos, inhabilitados o encarcelados. Es una lástima la incapacidad de desarrollar un proyecto cultural en la zona”, aseguró, al tiempo que recordó que por ser patrimonio nacional, el edificio no se puede remodelar, sino restaurarse.
“Acá llegó el tren el 24 de abril de 1927, cuando llegó Ferrocarril del Pacífico desde Buenaventura, Cali, Buga, Zarzal, Alambrado. La Estación se construyó entre 1927 y 1929”.
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Indicó: “Luego el ferrocarril sigue hacia Chagualá y Boquía con la idea de pasar por La Línea hacia el Río Magdalena y así comunicarse con el resto del país. Otra ruta era Armenia-Montenegro-Quimbaya-Alcalá, con llegada a Pereira y hacia Manizales.
“La Estación tenía una gran dinámica por la exportación de café que se da a mediados de los años 30. En 1948, con la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, el gobierno destinó recursos de los ferrocarriles para la reconstrucción de Bogotá, tras el Bogotazo”, señaló el historiador.
Luego, una misión del Banco Mundial en los años 50 conceptuó que los ferrocarriles no eran viables por la zona montañosa y se debían construir carreteras: “Empezaron a morir los ferrocarriles y la ruta hacia Buenaventura se mantuvo hasta finales de los 80 cuando desaparece este transporte”.
El alcalde de Armenia, José Manuel Ríos Morales, aseguró que en abril se tendrá una reunión con el ministerio de Cultura para que conozca de parte de la administración una propuesta de recuperación del complejo de edificios y del sector.
“Vamos a empezar la recuperación y a cambiar el uso con la idea de intervenirlo. Para poder actuar debo tener permiso porque queremos trabajar en las bodegas”, señaló el mandatario.
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La tarea a efectuar en el área consta de 3 aspectos: “El primero las bodegas están siendo vandalizadas, lo segundo es La Estación como tal en ese caso el hueco y para ello tenemos que hablar con el Invías, y tercero, con la Policía debemos estar y trabajar en materia social en lo que es la Cueva del Humo”.
Otro caso es el de la trilladora, que le pertenece a un particular: “No se ha podido hacer algo porque tiene un uso especial “.
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