En las imágenes (ver al final de la nota) se aprecia que el hombre —recién enviado a la cárcel La Picota e identificado como Carlos Alberto Casas— sale de la torre 1 a plena luz del día y sin ningún temor, ni delicadeza, deja el cuerpo de la víctima (Yudy Angélica Beltrán Arango) botado frente a su taxi.

Según lo dicho por Noticias Caracol, mientras Casas abría el baúl para subir el cadáver de su expareja, envuelto en cobijas y bolsas plásticas negras, su inocente hija de 6 años lo esperaba dentro del vehículo.

En la misma grabación —captada por una cámara de seguridad del conjunto residencial en el sector de Molinos y donde vivía la mujer—, el día de los hechos (pasado 19 de abril) se ve que el hombre sale del edificio a las 6:03 de la mañana, cautelosamente y sin levantar sospechas entre los residentes.

De acuerdo con el Gaula de la Policía que verificó con el GPS el recorrido del taxi, Casas paseó el cuerpo de su exesposa por el sector de Tunjuelito.

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Luego abandonó el paquete, que hasta ese momento se desconocía que era el cuerpo de Beltrán Arango (asesinada de múltiples puñaladas), en un caño cerca del municipio de Soacha.

Según las autoridades, el taxista tenía fríamente calculado el macabro plan para asesinar a su expareja porque ella se “rehusaba a continuar la relación con él” y temía que consiguiera una nueva pareja amorosa.

En el mismo video compartido por la Policía de Bogotá, se aprecia el momento de la captura (minuto 01:18) de Casas en una estación de gasolina del sector de Los Mártires, mientras tanqueaba su taxi.

Con la misma frialdad y tranquilidad con la que mató a su esposa, arrastró su cadáver por varios metros y la ocultó por casi 15 días, se dejó capturar y aceptó el asesinato ante la justicia.