El ministro de Salud dijo, en Blu Radio, que Bogotá venía bajando “de manera consistente” las infecciones por COVID-19, pero con las manifestaciones de 10 y 11 de septiembre se dieron varios picos que ahora tienen en alerta a las autoridades.

“Lo que nos corresponde a nosotros [el Ministerio de Salud] es hacer la respectiva advertencia. […] Definitivamente cualquier aglomeración y movilización genera efectos. ‘El palo no está para cucharas’, nosotros no estamos en una situación donde ya no tengamos contagios, y cualquier eventualidad como esta nos va a generar problemas muy negativos; ya la evidencia está”, dijo Ruiz.

Las declaraciones del funcionario coinciden con lo que escribió Claudia López en Twitter, donde señaló que “la matemática del COVID no perdona. A los 14 días exactos de los disturbios del 9, 10 y 11 de septiembre, el 23, 24 y 25 de septiembre, tuvimos incremento de casos“.

Una situación similar se presenta en Cali y Medellín, donde hasta el alcalde Daniel Quintero parece haberse relajado con las medidas contra el coronavirus, pues hizo una fiesta multitudinaria para celebrar el cumpleaños de su hija menor.

Por lo mismo, el ministro de Salud advirtió que de continuar con las protestas, como se tiene programado para el 21 de octubre, la situación sería más preocupante.

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Además, Ruiz lanzó una alerta por las movilizaciones que los indígenas planean hacer, rumbo a las ciudades principales. El ministro dijo que esas poblaciones no tienen mayor afectaciones, pero al desplazarse a lugares donde los niveles de contagio son más altos podrían contraer el virus y llevarlo a sus ciudades de origen.

“Nosotros no podemos prohibir temas que no son de nuestro resorte, pero sí la advertencia, muy clara y muy precisa, de los efectos tan negativos que podemos tener por este tipo de situaciones, así como por cualquier tipo de aglomeración“, concluyó.