En Colombia lograron obtener la convalidación y aval para realizar procedimientos de cirugía plástica, reconstructiva y estética en los consultorios que tenían en Medellín y Cali.
Sin embargo, los investigadores detectaron que pese a que la papelería, sellos y marcas de los documentos que aportaron los profesionales eran auténticos y correspondían a los centros de educación referenciados, la información relacionada como la intensidad académica, las especializaciones y estudios hechos, así como las horas de prácticas cumplidas, no era real ni existía soporte sobre esta.
Esto porque, explicó la Fiscalía, los médicos aseguraron que durante cuatro años cursaron de manera presencial medicina general y cirugía plástica, reconstructiva y facial en universidades de Sao Paulo y Rio de Janeiro.
Sin embargo, las autoridades de ese país señalaron que académicamente es imposible cumplir con esos dos pensum simultáneamente porque el título de medicina general es prerrequisito de cualquier otra especialidad en la salud, como la cirugía estética.
En varias cartas personales aportadas al proceso de homologación los galenos insistieron en la asistencia presencial a las universidades y el cumplimiento de prácticas profesionales en tres hospitales de dichas ciudades de Brasil.
Eso los delató, pues no era posible que cumplieran con sus prácticas profesionales en dos ciudades distintas y apartadas.
Adicionalmente, fueron radicadas certificaciones que daban cuenta de 7.336 horas de prácticas profesionales, como si los médicos hubieran vivido en Brasil. Al respecto, Migración Colombia informó que cada uno viajó a ese país solo entre 25 y 30 días.
La Fiscalía estableció también que las certificaciones que respaldaban la intensidad académica y las horas de prácticas fueron firmadas por una misma persona, sin tener en cuenta que, supuestamente, se trataban de documentos expedidos por tres instituciones educativas distintas.
Ante las contradicciones y presuntas irregularidades, y con el propósito de salvaguardar la salud y vida de las personas, el fiscal de conocimiento solicitó suspender los actos administrativos con los que el Ministerio de Educación homologó los títulos de especialidades médicas.
Sin embargo, el juez de control de garantías negó la petición. La Fiscalía y la Procuraduría apelaron la decisión e insistieron en la necesidad de evitar que los imputados realicen procedimientos estéticos sin tener claridad sobre la idoneidad y conocimiento para hacerlos.
Por estos hechos, la Fiscalía les imputó los delitos de falsedad ideológica en documento privado y fraude procesal, pero ninguno aceptó cargos.
Los médicos investigados son Marco Antonio Vergara Calero, Giovanny Cortés Montealegre, Rubén Darío Arciniegas Martínez, Gerardo Rojas Gómez, Alfredo Rodríguez Figueroa, Juan Fernando Abadía Silva, Diego Ortiz Silva y María Mónica Martínez Martínez.
Actualmente, la Fiscalía adelanta indagaciones que vincularían a otros 43 médicos en la presentación de presuntos títulos falsos obtenidos en universidades de Brasil.
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