Pico y placa en Medellín: claves, contexto y retos de la movilidad urbana
El jueves 28 de agosto, el sistema de pico y placa en Medellín y el Valle de Aburrá mantuvo sus habituales restricciones, afectando a carros particulares, motocicletas y taxis según el número de sus placas. De acuerdo con lo dispuesto, los vehículos particulares con placas terminadas en 0, 1 y 2 tienen prohibida la circulación de 5:00 a. m. a 8:00 p. m.; las motocicletas enfrentan prohibición si sus placas inician con estos números, y los taxis con placas que terminan en 7 no pueden circular entre las 6:00 y las 20:00. El incumplimiento de estas normas acarrea una multa de $604.100, conforme a la sanción estipulada por la Secretaría de Movilidad de Medellín.
El sistema de pico y placa funciona desde 1995 como una medida central para combatir tanto la congestión vehicular como la contaminación ambiental en una metrópolis que, según el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, alcanzó en 2024 picos críticos en saturación vial y niveles elevados de polución. Esta regulación diaria responde al crecimiento acelerado del parque automotor, que de acuerdo con el Instituto de Movilidad de Medellín (IMM), se ha incrementado en un 45% en la última década, presionando de manera significativa la infraestructura urbana e impulsando la necesidad de intervenciones más estrictas.
La historia del pico y placa refleja un eje de discusión sobre sus consecuencias sociales y económicas. Estudios del Observatorio de Movilidad Urbana de la Universidad Nacional de Colombia advirtieron que, aunque la reducción de automóviles en circulación disminuye la congestión de manera pasajera, también ha promovido la adquisición de un segundo vehículo por parte de algunos ciudadanos que buscan evadir la restricción. Esta reacción, lejos de disminuir el problema, incrementa la flota total y, en consecuencia, las emisiones contaminantes, trasladando el reto de movilidad hacia el largo plazo e impactando particularmente a quienes carecen de alternativas sostenibles de transporte.
El efecto ambiental de estas restricciones, aunque positivo en ciertas mediciones, es aún limitado. Investigaciones realizadas por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) en colaboración con la Universidad EAFIT, demostraron una reducción de hasta el 8% en los niveles de material particulado fino (PM2.5) y dióxido de carbono (CO2) durante días de vigencia del pico y placa, especialmente en las zonas de mayor circulación vehicular. No obstante, el impacto es circunstancial si no se ve acompañado de estrategias complementarias, como el fortalecimiento del transporte público, el uso de energías limpias y la infraestructura para una movilidad no motorizada.




Medellín ha reforzado el sistema con un transporte público integrado –incluyendo Metro, buses, tranvía y Metroplús–, que según el Departamento Administrativo de Planeación Municipal, crece en un 5% anual en número de usuarios. Para especialistas como Arturo León, profesor de urbanismo en la Universidad de Antioquia, la verdadera efectividad del pico y placa depende de que el transporte público sea accesible, eficiente y atractivo para el ciudadano promedio, condición que aún plantea desafíos en muchas áreas periféricas.
A su vez, en respuesta a las críticas y necesidades cotidianas, la Secretaría de Movilidad de Medellín ha determinado vías exentas y ajustes periódicos al esquemario del pico y placa (Decreto 130 de 2025), permitiendo mantener la funcionalidad y flexibilidad del sistema en sectores estratégicos sin sacrificar el control sobre el tráfico en el resto de la ciudad.
En este contexto, el debate actual apunta a la urgencia de actualizar la estrategia de control vehicular mediante herramientas como peajes electrónicos urbanos, incentivos para vehículos eléctricos, así como la ampliación de ciclorrutas y espacios peatonales. Expertos señalan que solo un enfoque integral permitirá hacer frente al crecimiento de Medellín y lograr una movilidad sostenible y equitativa, según los reportes del Foro Urbano Medellín 2025.
Hasta tanto, la recomendación para la ciudadanía sigue siendo consultar diariamente las restricciones vigentes y optar, siempre que sea posible, por alternativas que ayuden a descongestionar la ciudad, evitando sanciones económicas y contribuyendo al mejoramiento del entorno ambiental.
Preguntas frecuentes relacionadas
¿Cuáles vías están exentas del pico y placa en Medellín?Una de las inquietudes más frecuentes de los usuarios está relacionada con las vías que no están sujetas al pico y placa. Esta exención permite optimizar la movilidad en sectores críticos o estratégicos, como corredores de acceso a servicios de emergencia, rutas hacia terminales de transporte o arterias principales utilizadas por el transporte público.
El Decreto 130 de 2025, expedido por la Secretaría de Movilidad de Medellín, establece cuáles son estas rutas exentas y cuáles mantienen la restricción. Los conductores deben estar informados consultando regularmente el sitio oficial de la Secretaría, ya que las zonas pueden actualizarse según la evolución del flujo vehicular y las necesidades de la ciudad.
¿Qué significa PM2.5 y por qué es importante su reducción?El término PM2.5 hace referencia al "material particulado" con un tamaño igual o menor a 2.5 micrómetros. Estas diminutas partículas provienen principalmente de los gases de escape de vehículos y procesos industriales, y pueden penetrar en el sistema respiratorio humano, generando afecciones cardiovasculares y respiratorias.
Por su impacto en la salud pública, la reducción del PM2.5 es un objetivo central de todas las políticas anticontaminación, como el pico y placa. La medición y monitoreo de estos contaminantes la realizan organismos como el IDEAM y universidades, cuyos estudios fundamentan las decisiones en torno a la movilidad y la calidad del aire en Medellín.
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