Por: La Red Viral

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Este artículo fue curado por Santiago Buenaventura   Sep 17, 2025 - 3:53 pm
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La Red Viral revela nuevos y escalofriantes detalles sobre el asesinato de Nairkel, un niño de 4 años que murió por una brutal golpiza en el barrio Castilla, uno de los más peligrosos de Medellín. Durante tres días luchó por su vida en cuidados intensivos, pero su pequeño cuerpo no resistió los golpes propinados por su padrastro, alias ‘Lámpara’, un delincuente conocido en la zona. La historia la destapamos en entrevista con Sindy Vanegas, periodista en esa ciudad y que habló con la madre del pequeño.

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En su propio relato, la madre confesó con dolor a Sindy la razón de tanta brutalidad: “Él me decía que le tenía rabia al niño porque se parecía mucho a su papá biológico… Lo golpeaba porque se parecía a su papá biológico”.

Con esa frase describió la saña con la que alias ‘Lámpara’ descargaba golpes contra el pequeño. La mujer detalló que no era un episodio aislado, sino una conducta repetida, siempre marcada por el mismo argumento: el parecido físico de Nairkel con su padre, un hombre que, aunque hoy está en Venezuela, aseguran que también estaba vinculado al crimen.

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“Ambos, mi expareja y alias ‘Lámpara’, delinquían juntos”, aseguró entre lágrimas la madre, dejando en evidencia que la vida del niño quedó atravesada por rencores y venganzas de adultos en guerra.

Un día antes del ataque, Nairkel suplicó con miedo y desesperación: “Mamá, vámonos de acá, por favor”. Sus palabras parecen hoy una premonición.

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El niño, según contó la madre, lloraba, temblaba y vivía en un ambiente cargado de amenazas y terror. No era la primera vez que lo agredían, pero sí la última. Su presentimiento, ignorado por quienes debieron protegerlo, se convirtió en la frase más desgarradora de este caso que hoy llena de indignación a Medellín y al país.

Maltrato constante y silencio mortal

Alias ‘Lámpara’ no solo golpeaba a Nairkel: también agredía a la madre de manera sistemática. La mujer vivía entre golpes, insultos y amenazas, atrapada entre el miedo y un amor tóxico que la paralizó.

“No nos quedemos calladas por miedo o por amor, valen más los hijos que el silencio”, le declaró después de la tragedia a la periodista. Sin embargo, ese silencio la condenó.

Nunca denunció, nunca escapó, y esa inacción se convirtió en cómplice del desenlace fatal. El hogar entero se convirtió en un campo de miedo permanente.

En medio del dolor, la abuela de Nairkel envió un audio a La Red Viral: “Que se pudra en la cárcel ese delincuente. Que no haya compasión para quien le arrebató la vida a mi nieto. Hoy fue él, mañana será otro. Justicia, justicia, justicia”.

Su voz quebrada es hoy la de miles de colombianos que no entienden cómo un niño de 4 años quedó atrapado en la guerra sucia de adultos. Su llamado también alcanzó al presidente Gustavo Petro:  “Que cambien las leyes, que estos miserables paguen sin contemplación”.

Alias ‘Lámpara’ está tras las rejas, capturado inicialmente por tentativa de homicidio, aunque el delito deberá ajustarse a homicidio agravado. El padre biológico permanece en Venezuela, señalado de haber delinquido junto a él.

“La comunidad del barrio Castilla calla por miedo”, aseguró en La Red Viral Sindy Vanegas. Pero la verdad ya salió a la luz. Hoy Medellín está de luto, y Colombia exige que este crimen no quede en la impunidad.

Nairkel y sus padres eran migrantes venezolanos, y aunque el padre también ha sido vinculado al mundo criminal, hoy pide que el cuerpo de su hijo sea repatriado a su país natal. La tragedia, más allá de las fronteras, desnuda el abandono y la crudeza que rodearon al pequeño hasta su último día.

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