El pasado 21 de noviembre se registró un accidente aéreo en la zona residencial Belén Rosales, en la capital de Antioquia, que dejó como saldo 8 personas fallecidas que viajaban con destino al municipio de Pizarro, en Chocó.

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Aunque en principio las causas del accidente fueron una incertidumbre, en las últimas horas se conocieron detalles de cómo fue la secuencia del siniestro una vez la aeronave despegó del aeropuerto Olaya Herrera.

De acuerdo con el informe publicado por la Dirección Técnica de Investigación de Accidentes Aéreos (DIACC) —adscrita a la Aeronáutica Civil—, citada por El Tiempo, la aeronave Piper PA31-350 contaba con los permisos necesarios para su circulación y “cumplía los requisitos técnicos para la programación y el desarrollo del vuelo”.

Cómo ocurrió el accidente de avioneta en Medellín

El documento explica que la aeronave tenía programa su salida del aeropuerto a las 9:30 a. m. y la duración del vuelo sería de 50 minutos. Asimismo, en lo recogido por el medio se menciona que los dos miembros de la tripulación tenían al día sus licencias y certificados médicos.

“A las 10:13:22 a. m., la aeronave inició carrera de despegue, y después de unos segundos de efectuada la rotación, el copiloto efectuó el llamado al ATC [Control del tráfico aéreo]: ‘Mayday, mayday, mayday, mayday HK5121, falla de motor’”, habría dicho el tripulante mientras de fondo se escuchaba un sonido extraño, resaltan en el informe.

En lo citado por el periódico se menciona que esa fue la última comunicación que se tuvo con la avioneta, que a los pocos metros de haber despegado terminó estrellándose con una vivienda.

“Visualmente, desde la torre de control, se confirmó la pérdida de altura y la posterior colisión de la aeronave contra la zona urbana, seguido de una conflagración que generó humo”, resaltan en el mismo documento.

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El informe detalla que los restos principales de la avioneta, tales como la estructura de cabina de mando y pasajeros, el motor, hélice derecha, tren principal derecho, entre otros, fueron ubicados en el tercer piso de una edificación de 6.3 metros de alto, por lo que momentos antes no se presentó un choque de consideración.

Por ahora los investigadores no confirmaron si el accidente se produjo por un error humano o de protocolo, por lo que continúan recolectando pruebas sobre el rendimiento de la nave para determinar, si es el caso, la existencia de una falla técnica.