‘Cochise’ Rodríguez tiene que saltar una baranda, que a sus 80 años puede resultar peligrosa, para entrar a la pista del velódromo de Medellín que lleva su nombre. Tiene que hacerlo porque la rampa de entrada está inundada, las paredes vencidas por la humedad, a las tribunas se las tomó la maleza y la pista, que había sido restaurada hace apenas año y medio, ya tiene baches y está descascarada.

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El director del Inder, que es abogado, tiene la osadía de justificar los destrozos diciendo que “es un desgaste natural por el uso frecuente”. ¿De verdad en un año y medio se va a acabar una pista recién arreglada?

La explicación, según testimonio de un funcionario y un contratista, es otra: la ciudad paga la obra a un precio como si se fuera a hacer con los mejores estándares de calidad y en realidad el contratista subcontrata proveedores de baja calidad y solo se gasta en la obra, la mitad o incluso algo menos de lo presupuestado, incurriendo así en corrupción. Lo demás se va en supuestos pagos de ‘mordidas’ y en ganancias desproporcionadas.

Las fuentes exponen casos reales pero piden completo anonimato. “En una cancha de fútbol de pasto artificial, por ejemplo, el Inder publica que pagará 150.000 pesos por metro cuadrado. Pero el intermediario que se gana el contrato consigue proveedores de mucha menor calidad que pueden hacer el trabajo por 70.000 u 80.000 pesos. Si la cancha tiene 5.000 metros cuadrados, terminan quedándose en bolsillos particulares 350 o 400 millones de pesos por cancha. El Inder tiene más de 80 canchas de distintos tamaños, así que ¡haga cuentas!”.

Los escenarios deportivos, en los que entrenan las figuras que han vestido de gloria a Antioquia están destrozados. La dejadez de la administración no ayuda para nada a los deportistas, aún peor, sufren lesiones por el mal estado de las canchas.

Y así ocurre a lo largo y ancho de la ciudad. Hace dos años el dolor era el de los jardines públicos y las zonas verdes, que estaban descuidados y muertos por falta de atención. Todavía hoy varios parques de la ciudad parecen verdaderas selvas. La funcionaria encargada llegó a decir que el problema era que llovía mucho y las plantas crecían muy rápido.

En los últimos meses EL COLOMBIANO ha reportado cómo los destrozos de la ciudad se han vuelto epidemia: el 95% de los colegios se están cayendo, en el del Doce de Octubre se desplomó el techo y mandó a la clínica a varios estudiantes.

Las barandas de puentes rotas han provocado accidentes como el de la muerte de Diego Corrales en Punto Cero, y una caída de tres metros de un papá y su hijo de dos años en Robledo.

En el último mes este medio ha reportado más de 20 paraderos de buses caídos; en uno de ellos, el de la 80 con 57, un transeúnte se reventó la cabeza. También estaciones de Encicla destruidas y fuera de servicio.

Por no hablar que en programas sociales como Buen Comienzo se han gastado más plata que en otras administraciones, pero atienden a menos personas o que varios centros de salud han sido sellados.

Lo que para muchos es lamentable es que Medellín es una ciudad boyante en dineros públicos. Mientras un alcalde como Alonso Salazar tenía en 2009 un presupuesto de poco más de 2 billones de pesos, y le rendía para construir obras y mantener al pelo la ciudad, el alcalde Daniel Quintero ejecutó en 2022 un presupuesto de 7,7 billones de pesos. Casi cuatro veces más.

¿Dónde están los recursos públicos de Medellín que no se están viendo en la ciudad? ¿En dónde está la plata?

La fuente del estadio que refleja el abandono de los escenarios deportivos

Una fuente en absoluto abandono, cubierta con la pátina de la desidia, muestra el estado de la unidad deportiva Atanasio Girardot. Alcantarillas rotas, sillas sin respaldar, tribunas con maleza. Ese es el estado hoy del escenario más importante del deporte antioqueño.

Hace una semana publicamos el lamentable estado de las piscinas, donde hay vidrios rotos, huecos y charcos enormes. El director del Inder, Cristian Sánchez, salió esta misma semana a defender su gestión y contó que este año se invertirán 64.000 millones de pesos en los escenarios deportivos de la ciudad. Esa plata se aprobó en el Concejo el año pasado, como vigencias futuras.

Aunque la inversión es importante, la pregunta es por qué se esperó hasta el tercer año para pedir la plata al Concejo, pues, según la Alcaldía, el abandono venía de administraciones pasadas. }

Esta imagen se repite en muchas partes de la ciudad: bancas rotas, sin espaldar. Si bien es cierto que la cultura ciudadana es poca y muchos la dañan o se llevan sus partes, el mantenimiento, que está en manos de la Secretaría de Infraestructura, es lento y no da abasto. Esta dependencia tiene un presupuesto de 408.000 millones este año.

Crisis de basuras inundó los barrios

Entre 2021 y 2022 hubo una crisis de basuras en la ciudad. La administración argumentó que la pandemia incrementó el consumo y los desperdicios. En julio del año pasado había 2.200 puntos críticos, basureros desordenados en las calles de la ciudad. Emvarias, la empresa que hace la recolección, ha tenido problemas en esta administración, aunque tiene una flota nueva de 71 vehículos recolectores que costó 300.000 millones.

Huecos son trampas para peatones en el centro

Entre bombos y platillos, en el último año de administración, el alcalde Quintero prometió tapar todos los huecos de Medellín. No cumplió el plazo de 10 días que él mismo prometió, y echó la culpa a EPM. La pregunta es qué va a pasar con los andenes, que tienen huecos como este en muchas partes. Esta trampa para los peatones está a unos metros del cercamiento de la Plaza Botero. La foto es de esta semana.

Sin techo para esperar los buses

Aunque ya lo arreglaron después de la publicación de una nota de este medio, este paradero estuvo así cerca de una semana. Está ubicado en la 80, cerca a lo que era el mall Mediterráneo. Fue tanto así que, según contó la gente del sector, un hombre se rajó la cabeza con el hierro retorcido que quedó del separador. Estos espacios también son del resorte de la Secretaría de Infraestructura Física.

Los colegios se caen sobre los estudiantes

El dato revelado el año pasado fue aterrador: el 95% de los colegios de Medellín tiene problemas de infraestructura. Hay 27 en estado crítico, que ponen en riesgo a los estudiantes. En el segundo semestre de 2022 se aprobaron $319.000 millones de pesos para reparar 398 sedes, pero el inicio de las obras ha sido lento y cuestionado. La Alcaldía, de nuevo, dice que las instituciones llevaban años abandonadas. Y la pregunta otra vez es por qué se dejaron pasar tres años para tomar decisiones.

En la parte alta de la comuna 13 hay 460 niños sin colegio. El año pasado cayó un derrumbe sobre una parte de la escuela, donde están los niños de primaria. Desde entonces, los 460 estudiantes ven clases en la sede de acción comunal y la parroquia del barrio. Cada viernes, con sus padres, deben llevar de vuelta los pupitres para liberar espacio en los lugares que les prestaron. Aunque pasan los meses, no hay ninguna solución.

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Encicla, contratación cuestioanda y estaciones destruidas

El caso de Encicla, que está a cargo del Área Metropolitana, conjuga dos ingredientes: el vandalismo y los cuestionamientos administrativos. El año pasado cayeron 1,5 millones los préstamos de bicicletas, lo que muestra lo mal que está el sistema. Paralelo a eso, hay molestia porque se subcontrató con una empresa de los llanos orientales con poca experiencia en el objeto social de Encicla. Hoy, a causa del vandalismo, es posible ver estaciones subutilizadas, robadas e inservibles.

El mal mantenimiento de puentes ha provocado muertes

El puente de Punto Cero, cercano a la Universidad Nacional, guarda una terrible historia provocada por la falta de mantenimiento. El 24 de agosto del año pasado, un joven llamado Diego Corrales perdió el control de su moto cuando pasaba por allí. Cayó y salió expulsado de la moto. La desgracia del joven se sentenció por una baranda que se habían robado. Alguien, como es común en Medellín, se había llevado una baranda del puente, instalada ahí para evitar accidentes. Por esa ausencia, el joven cayó al vacío y murió, pese a que fue remitido al Pablo Tobón Uribe. La baranda, que pudo evitar la muerte, llevaba días despegada. Luego del accidente, la Secretaría de Infraestructura la volvió a instalar.

La mala hora de Metrosalud

Metrosalud ha sido noticia este año. Tres de sus servicios han sido sellados de manera temporal. Fuera de funcionamiento quedaron las urgencias de Castilla, las cirugías en Manrique y la hospitalización en Santa Cruz. El sindicato Asmetrosalud corroboró que hay temor por un posible colapso en los servicios en el norte, la zona de la ciudad más populosa. Esto haría que los pacientes busquen atención en otros centros hospitalarios más distantes como el Hospital General o el Marco Fidel Suárez en Bello.

La decadencia de la señalética y los letreros

Aunque hace poquito la Alcaldía anunció que renovará la señalética en varias zonas de la ciudad, este es el estado de muchas señales, vitales para los conductores que se mueven por Medellín. Acá, como en otros casos, hay una combinación entre vandalismo y falta de mantenimiento. En la foto del medio, por ejemplo, se ve un letrero vandalizado, rayado, pero abajo hay uno que el tiempo ha hecho ilegible. Lo mismo pasa con semáforos, que están desgastados, viejos, algunos obsoletos ya.

La “Medellín pedaleable se quedó en el Plan de Desarrollo”

Este es el estado de algunas de las ciclorrutas. El proyecto de ciudad caminable y pedaleable propuesto por esta administración en campaña parece haberse quedado en el plan de desarrollo. Los huecos por el desgaste de la malla vial y el hurto de tapas de alcantarilla pululan, al igual que los sobresaltos y la falta de adoquines en algunos sectores, poniendo en riesgo la vida de quienes apuestan por esta forma de movilidad.