Así lo declaró Ana María Erazo, una de las exinvestigadoras del caso a la que le fueron asignadas las tres mujeres sin formación ni experiencia específica, según Noticias Uno. Ella incluso reclamó por esto, pero desestimaron sus quejas.

Como cabeza del grupo del CTI encargado de la parapolítica en la Corte Suprema de Justicia, Malo nombró a Alexandra Arévalo, Katia Espitia y Gisella Rosa Gómez (que también sería familiar suya), detalla la denunciante.

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De acuerdo con Erazo, una de ellas, Arévalo, le dijo personalmente “el doctor Malo me hizo nombrar”. Asimismo, le contó que al llegar al despacho  del magistrado “él tenía una lista de cargos y dijo coja el cargo. Pues, ovbio, a mi me dan a escoger el cargo pues cojo el más alto”, concluyó.

Erazo también contó una anécdota que demuestra el grado de ineptitud de las funcionarias contratadas “con sueldos y en cargos de expertas sin tener ni idea de investigar”, según el noticiero. Le pidió que le averiguara los requisitos de un contrato de suministros, y llegó con un impreso de dos párrafos: “eso fue lo que encontré”, dijo, displicente. “No los consultó en leyes y decretos, sino las tres primeras búsquedas de Google”, dice la denunciante.

De acuerdo con Noticias Uno, solo Arévalo habría salido ya de su cargo, pero en la Corte Suprema serían al menos 15 los apadrinados que llegaron por recomendación de magistrados como Gustavo Malo.