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Escrito por:  Fredy Moreno
Editor jefe     Feb 16, 2024 - 7:28 am

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, muy próximo a Nicolás Maduro, acaba de imponerse un reto de coherencia por lo que escribió en la red social X (antes Twitter) relacionado con la Corte Internacional de Derechos Humanos (CIDH) y la ONU. No es la primera vez que tiene tropiezos por sus trinos, pero en esta ocasión su afirmación es más protuberante porque estaría situando a Maduro en un lugar en el que solo se tira lo peor de la historia.

(Le interesa: ONU apuró a la Corte Suprema de Justicia para que elija fiscal y le envió mensaje a Petro)

Petro se ha cuidado, pese a que se lo reclaman, de no hacer ningún comentario sobre graves hechos ocurridos en el vecino país, como la inhabilitación de la líder opositora María Corna Machado o la desaparición forzada a que sometieron a la defensora de derechos humanos Rocío San Miguel. Pero con un solo tuit que escribió dejó claramente sentado lo que, al parecer, piensa de verdad cuando hay violaciones de derechos.

Todo comenzó cuando, en un hecho considerado por expertos como un acto de injerencia, la OEA, la CIDH y la ONU expidieron sendos comunicados conminando a la Corte Suprema de Justicia de Colombia, que fue sitiada por manifestantes convocados por Petro, a elegir fiscal general en reemplazo de Francisco Barbosa. Petro y sus seguidores no ven con buenos ojos a Barbosa y tampoco ven bien a la fiscal encargada, Martha Mancera, vicefiscal en la administración de Barbosa.

Ante la actitud de esos organismos multilaterales, el exgobernador de Meta Juan Guillermo Zuluaga, que habló con Luis Almagro, secretario general de la OEA, dijo que ese organismo, así como la CIDH y la ONU tenían un marcado sesgo de izquierda, y descalificó sus mensajes pidiéndole a la Corte Suprema que cumpliera “su deber constitucional” y eligiera fiscal general.

De inmediato, Petro le respondió con un trino que empezó a poner las primeras bases de un concepto sobre la CIDH y la ONU y el derecho internacional que dejaría horas después en entredicho el régimen de Nicolás Maduro.

Petro escribió textualmente: “La extrema derecha cree que la ONU, o la OEA es comunista, lo que significa que la mayoría de los países del mundo serían comunistas. Es in delirio exyremista ignorante pero esconde un propósito: Sin derecho intrrnacional pueden bombardear niños en todas partes. Pueden entregarle la justicia a la mafia. pueden destruir los derechos humanos de los colombianos para hacer negocios”.

Gustavo Petro sitúa a Nicolás Maduro, sin querer, como “apéndice de Hitler”

Debido a las manifestaciones de la OEA, la CIDH y la ONU, hubo otro fuerte pronunciamiento, esta vez del exvicepresidente y exembajador de Colombia en Estados Unidos Francisco Santos, que dijo a la revista Semana: “Si fuera presidente en 2026, se me van; toca mandarlas al carajo”.

Y, de nuevo, como acostumbra, el presidente Petro salió a responderle a Santos, con una férrea defensa de la CIDH y de la ONU. “Todos los que excluyen a la CIDH y a la ONU, de sus países no solo lo hacen porque no quieren saber de derecho internacional humanitario sino porque desencadenan dictaduras y genocidios”, escribió en X.

Pero en ese mismo trino hizo otra alusión en la que mencionó a dos dictadores militares sudamericanos y a Adolf Hitler. Para Petro, esos que excluyen a la CIDH y a la ONU de sus países “son los Videla, Netanyahu y Pinochets de hoy son los aprendices de Hitler”. Se podría decir que Petro ‘disparó’ apuntando lejos, pero le pegó a su aliado venezolano Nicolás Maduro.

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La razón es que pocas horas después, el régimen venezolano se puso en la línea de fuego del concepto de Petro, pues suspendió la Oficina del Comisionado de Derechos Humanos de la ONU y ordenó la expulsión de ese país de su personal. Todo porque esa dependencia de la ONU emitió un comunicado expresando “profunda preocupación” por la detención de la activista venezolana Rocío San Miguel, crítica del régimen de Maduro y acusada de “terrorismo”.

El silogismo es simple, a la luz de lo planteado por Petro. La premisa mayor es: los que excluyen a la CIDH y a la ONU de sus países “son los Videla, Netanyahu y Pinochets de hoy son los aprendices de Hitler”; la premisa menor es: Maduró excluyó a la ONU de su país; la conclusión es…

Claro que el hecho de que el régimen de Maduro en Venezuela tenga más visos de tiranía que de democracia no lo demuestran las palabras de Petro ni el análisis que de ellas se haga desde la lógica formal (el silogismo), sino de realidades concretas como la inhabilitación de la líder opositora María Corina Machado y la desaparición forzada de la defensora de derechos humanos Rocío San Miguel, y, claro que también, la suspensión de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.

Sobre esto, por supuesto, no se espera un pronunciamiento del presidente Petro, que engavetará este grave hecho en el cajón de sus silencios. Pero ya catalogó a Maduro, y por anticipado. Quizá sin proponérselo, lo situó al lado de “los Videla, Netanyahu y Pinochets” que hoy son, según sus propias palabras, “los apéndices de Hitler” que “desencadenan dictaduras y genocidios”.

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