En una nueva y explosiva etapa del escándalo que desataron Laura Sarabia, ex jefa de gabinete del Gobierno, y Armando Benedetti, exembajador de Colombia en Venezuela, la revista Semana publicó este miércoles una información según la cual el dinero que se perdió en la casa de Sarabia (y que fue el detonante de la actual situación) son 3.000 millones de pesos y que pertenecería al presidente Gustavo Petro.

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La revista cita a un testigo anónimo y enciende aún más la necesidad de que las autoridades investiguen y le den respuestas ciertas al país sobre una situación que luce salida de madre, entre otras cosas porque, con ocasión de esa pérdida, y de acciones subsiguientes como chuzar a las exempleadas de Sarabia, ya se produjo una muerte, la del coronel de la Policía Óscar Darío Dávila Torres.

A este caso le ha salido una arista que es el hecho de que el presidente Petro; su ministro de Defensa, Iván Velásquez, y el abogado Miguel Ángel del Río Malo, se han apresurado a asegurar que se trató de un suicidio sin que el Instituto Nacional de Medicina Legal, autoridad competente en este tipo de acontecimientos, haya dado su dictamen.

Petro está de gira por Alemania y ante la gravedad de lo informado por Semana emitió un comunicado en el que afirma, en primera instancia: “Nunca en mi vida he siquiera visto la cantidad de dinero que afirma una fuente anónima y que utiliza la periodista Vicky Dávila para una publicación en la revista Semana”.

Por eso, el presidente asegura que “son falsas las afirmaciones entregadas por una supuesta fuente que no se identifica”, y que lo relacionan con una fuerte suma de dinero. “Estas afirmaciones, que son difíciles de acreditar debido a su carácter anónimo, tienen un ánimo difamatorio”.

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Después apela a una alusión a los dueños de la revista, el grupo Gilinski, y les recuerda que con ellos ha tenido “una amistad”, que han podido hacer negocios en el país y que él, ni como congresista ni como presidente de la República, ha sacado “ningún tipo de provecho”. “Los mismos propietarios de la revista son testigos de primer orden de mi honorabilidad, y así también se los he demostrado”.

En otro aparte del texto, Petro dice que ha pedido “de manera contundente que sean las autoridades competentes las encargadas de realizar las investigaciones”, y que ha “brindado las garantías para que estas puedan realizar su trabajo con total libertad, acceso y transparencia, sin ningún tipo de obstáculo”.

Esta afirmación contrasta con la actitud del mismo presidente de anticiparse a que el Instituto de Medicina Legal, la autoridad competente, haga su trabajo investigativo en el caso de la muerte del coronel Dávila Torres, y afirme constantemente que se trató de un suicidio.

“Deben ser las autoridades competentes, y no personas anónimas cuyos intereses se desconocen, las que aporten claridad sobre los procesos de investigación que se adelantan”, agrega Petro en su texto.

Horas antes, durante su encuentro con la colonia colombiana en Berlín, Petro dijo que seguirá siendo objeto de ataques porque, según él, buscan derribar su Gobierno, y volvió a compararse con Pedro Castillo, expresidente de Perú que está preso por haber intentado un golpe de Estado que él mismo anunció al disolver el Congreso de ese país.

En Colombia ha tomado cuerpo la pregunta sobre en dónde se originan los escándalos que tienen contra las cuerdas al presidente, y la respuesta sigue siendo la misma: son las actuaciones de personas muy cercanas a él (ni siquiera de la oposición) las que siguen alimentando la crisis.

Este es el comunicado de Gustavo Petro: