Este miércoles 7 de junio el presidente Gustavo Petro apelará nuevamente a su estrategia de gobierno de sacar a sus seguidores a la calle para sentir un respaldo directo y para presionar, con graves riesgos de desborde, al Congreso, en donde no despegan las reformas sociales que propuso y a las cuales se les acaba el tiempo.

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Esta vez, sin embargo, esa convocatoria tendrá un factor diferente que consiste en que el propio Petro participará, no ya desde el balcón de la Casa de Nariño, como lo venía haciendo hasta ahora, sino caminando en las calles.

Aunque en un primer momento se pensaba que Petro marcharía en Medellín —donde pernoctó la noche de este martes—, ciudad cuyo alcalde, Daniel Quintero, repite invariablemente el discurso del líder del Pacto Histórico, quedó confirmado que el mandatario acompañará las marchas en Bogotá, hacia la 1:00 de la tarde.

La actitud del jede de Estado la explican las primeras declaraciones del senador Alexánder López Maya, elegido este martes por la noche nuevo presidente del Senado, en remplazo de Roy Barreras, también afecto a Petro, pero a quien el Consejo de Estado le tumbó la elección.

López Maya fue elegido en medio de la tormenta política que sacude al Gobierno Nacional por las declaraciones del exembajador de Colombia en Venezuela Armando Benedetti, según las cuales a la campaña del hoy presidente habrían ingresado dineros ilegales.

Gustavo Petro “está angustiado”

En medio de ese panorama, que ha puesto en duda la gobernabilidad de Petro, y la víspera de las marchas, el nuevo presidente del Senado dijo que se deben buscar consensos para sacar adelante las reformas sociales que el presidente tiene como banderas de su gobierno.

Bueno, el presidente está angustiado, y está angustiado porque estas reformas sociales no avanzan en el Congreso”, dijo López Maya recién ganó la elección. “Y esa angustia nos la trasmitió a nosotros. La verdad es que hay unos sectores y unas fuerzas políticas que nos les interesa que estas reformas se den”, lamentó.

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Pero López Maya también debe estar angustiado, porque si se considera que ocupará la presidencia del Senado hasta el próximo 20 de julio, cuando termina la actual legislatura, solo le queda, contando días hábiles, más o menos un mes de gestión.

En ese corto tiempo, tiene el reto de sacar adelante todas las reformas sociales del Gobierno antes del receso legislativo.

La senadora María José Pizarro, también del Pacto Histórico, reconoció el difícil momento por el que atraviesa el Gobierno, y también invitó a las movilizaciones.

“Sabemos que estamos teniendo tiempos difíciles, tiempos de incertidumbre, pero es precisamente en estos tiempos en los que tenemos que unirnos, que rodearnos, que acompañarnos, porque muchísimo nos costó llegar hasta aquí”, dijo Pizarro.