Desde cuando, en 1991, la espada de Bolívar fue devuelta por Antonio Navarro Wolf al Estado colombiano, después de que el M-19 la robara en 1974 de la Quinta de Bolívar, esa reliquia había estado en paz y resguardada. Pero volvió ser objeto de deseo para que fuera expuesta durante la posesión de Gustavo Petro y fue sometida a un inusual tire y afloje.

Petro se la pidió prestada al gobierno de Iván Duque, pagando las respectivas pólizas de seguro. Sin embargo, el mandatario que estaba por dejar el poder decidió que no lo haría.

(Le interesa: ¿Qué es la espada de Bolívar y por qué Gustavo Petro ordenó traerla a su posesión?)

Para Petro, la espada era uno de los símbolos más importantes de su posesión porque representaba no solo la idea de Bolívar de libertad y paz de los pueblos, sino la oportunidad de exponer en semejante escenario el signo de una victoria que saborean quienes hicieron parte del M-19 pues el Estado nunca fue capaz de recuperar esa espada.

Por eso, no bien recibió la banda presidencial y se disponía a posesionar a su vicepresidenta Francia Márquez, el presidente Petro impartió su primera orden como jefe del Estado colombiano: que la Casa Militar le llevara al lugar de la posesión la espada de Bolívar.

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El arma fue transportada en volandas para satisfacción del mandatario, que casi llora cuando comenzó su discurso haciendo alusión a ella. Fue claro que quería hacer referencia a lo que significa esa pieza no solo desde la perspectiva del ideario del Libertador, sino del M-19.

Pero ahí no terminó todo para la cada vez más manoseada arma, que es una de las 10 que empuñó Bolívar. Ahora, por decisión de Petro, esa reliquia tendrá un nuevo lugar en la Casa de Nariño, un recinto que él mismo encuentra incómodo.

La espada de Bolívar ahora está en el vestíbulo o ‘hall’ principal de la casa de gobierno, y remplazó el busto del prócer que le da el nombre a la sede del Ejecutivo: Antonio Nariño, que fue movido para darle lugar al arma.

Así, Nariño, recordado por haber impreso, por primera vez en la América española, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano emitió la Asamblea Nacional Constituyente de Francia, el 26 de agosto de 1789, fue movido para dar paso a la espada. Los suspicaces podrían encontrar en este movimiento también una fuerte carga simbólica.

En Caracol Radio, una de cuyas periodistas grabó el traslado, consideraron que así la espada queda aún más expuesta, en el sentido lato de la palabra, y, según Gustavo Gómez, director del informativo ‘6AM Hoy por hoy’, hay que tener mucho cuidado: “Ojo se la roban porque ya una vez se la robaron, ¿no?”.

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