Fue debido a esa coyuntura que el entonces libretista le escribió en Twitter para manifestarle su apoyo, según contó en entrevista con Yamid Amat:

“Quiero decirle que lamento mucho lo que le está pasando y que yo lo puedo apoyar económicamente mientras le devuelven el sueldo”, dice que le manifestó.

En ese momento, Amat lo interrumpió para preguntarle si se considera un hombre rico, a lo que contestó que “para Colombia sí, pero para Estados Unidos soy clase media”.

Volviendo a su anécdota, Bolívar contó que “en ese momento Gustavo Petro me dijo que no aceptaba” el dinero.

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El papel de Petro en la entrada de Gustavo Bolívar a la política

Sin embargo, a la larga el episodio en cuestión sería definitivo para la entrada de Bolívar a la política, pues en 2017 lo buscó una asistente de Petro y le volvió a tocar el tema del dinero:

“Sabemos que usted le hizo una oferta a Gustavo [Petro] hace unos años de un dinero, y hoy sí lo necesitamos porque vamos a recoger firmas para inscribir la candidatura de Gustavo Petro a la presidencia, pero no tenemos el dinero”, le habría dicho.

“Con todo gusto les aporté”, prosigue Bolívar su relato, aunque el tema no terminó ahí: “Ya me iba a devolver a Miami cuando me llama Hilda y me dice que ‘su tocayo le quiere agradecer personalmente por su aporte'”.

Fue en esa reunión en la que el hoy presidente electo le propuso entrar de lleno a la política: “Por qué usted no me acepta estar en la lista al Senado que quiero conformar”, le habría propuesto, según las propias palabras del congresista.

Sin embargo, Bolívar no se habría mostrado muy proclive a aceptar: “Me mata porque me acaban de entregar mi residencia americana”, dice que le respondió, aunque Petro no se rindió:

“Piénselo, porque al senado hay que llevar gente de bien, que tenga modos de vivir sin necesidad de robar. Usted ha sido uno de ellos”, le habría insistido.

Paradójicamente, Bolívar dice que la actual congresista Katherine Miranda también se comunicó con él en ese entonces diciéndole que Antanas Mockus también quería tenerlo en una lista al Senado, lo que sí lo puso a pensar.

“Al final me llamó Hollman Morris a pedirme que aceptara”, prosigue, recordando que accedió pero pidió que lo incluyeran “en la mitad de la lista, de relleno, donde no tenga chance de salir”.

Pero cuál sería su sorpresa cuando se enteró, por boca de un periodista, que en realidad había quedado como cabeza de lista del Movimiento Decentes, momento en que se percató de que su vida iba a cambiar y tendría que posponer su sueño de ir a Hollywood a hacer películas en inglés.

Este es el segmento de la entrevista en el que surge el tema: