Eisenhoward Dejanón Zapata, vocero del Movimiento Nacional de Víctimas en Risaralda, fue el que dejó ver que los grupos al margen de la ley podrían apelar al Derecho Internacional Humanitario para pedir ser vacunados ante la pandemia por COVID-19.

Citado por La FM, Zapata expuso que grupos armados —como la guerrilla del Eln, las disidencias de las Farc y las bandas criminales— pueden acceder “a ese tipo de vacunas, y podrían llegar a acuerdos humanitarios”.

El vocero de las víctimas advirtió que si los grupos ilegales se amparan en el Derecho Internacional Humanitario, el Gobierno Nacional tendría que buscar el mecanismo para vacunar “a las personas que permanecen en el monte, respetando así su derecho a la salud”.

Zapata agregó que las organizaciones armadas podrían llegar a un “cese bilateral al fuego” para permitir que el personal de la salud llegue a los territorios con la vacuna contra el coronavirus.

No obstante, más allá de la apreciación del vocero de las víctimas, no se ha hecho ningún pronunciamiento por parte de los grupos armados ilegales sobre su intención de acceder a las vacunas. 

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Vacunas en países afectados por conflictos armados

Sobre los procesos de inmunización, La Cruz Roja se remite al Derecho Internacional Humanitario con el fin de “propiciar la igualdad de acceso a las vacunas” y establece que las obligaciones de los gobiernos (en este caso, la salud) “deben cumplirse sin distinciones desfavorables […] sin distinción alguna por motivos ajenos a consideraciones relativas a la salud.”

La Cruz Roja, en su documento, también menciona que las poblaciones afectadas por conflictos armados deben acceder, sin discriminación, a la vacuna contra la COVID-19 en todo el territorio, esto podría incluir —como expuso Zapata— a los grupos armados que están fuera de la ley.