La operación militar se llevó a cabo en el departamento del Caquetá, en un caso similar al que este mes obligó a renunciar al exministro de Defensa Guillermo Botero por la muerte de ocho menores en un bombardeo a otro grupo de disidentes de la desmovilizada guerrilla.

Este segundo caso, publicado por la revista Semana, sucedió en la localidad de Montañita (Caquetá), durante el Gobierno anterior, de Juan Manuel Santos, cuando el ministro de Defensa era Luis Carlos Villegas.

En ese entonces, el Ejército informó que producto de la operación murieron 12 personas, entre ellas dos civiles a los que se refirió como “daños colaterales inevitables”, que habían sido obligados por los guerrilleros a transportarlos en una camioneta de propiedad de una de las víctimas y que fue atacada por la tropa.

Los dos civiles eran Juvenal Silva Manchola, dueño de una finca en el municipio de Montañita, y Jeferson Monroy, uno de sus trabajadores, y quien manejaba el vehículo en que eran transportados los disidentes.

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Según el expediente, por información de inteligencia el Ejército sabía que “el grupo (de guerrilleros) se desplazaría por la vía rural y lo aguardaba con una operación -emboscada lineal tipo asalto-“.

Entre los doce muertos de esa operación estaban, según los militares, el comandante de ese grupo disidente, Óscar Méndez Galvis, alias “Sabajón”, y su hermano Hiller, alias “Carracas”.

Sin embargo, sostiene Semana, “el Ejército, al informar sobre la operación, no mencionó que entre los muertos había otros tres menores de edad: Alexis Palencia Múnera, de 13 años; Alcibíades Castiblanco, de 16; y Diego Mahecha Martínez, de 17”.

El parte oficial resaltó las bajas y que los muertos portaban cinco fusiles AK-47, dos pistolas, lanzagranadas y munición.

Igualmente, aseguraron haber rescatado una persona que resultó ser otro adolescente de 15 años reclutado por los disidentes, y que fue auxiliado por los militares por estar herido en las piernas.

El menor fue entregado posteriormente al estatal Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que lo sacó de la zona y lo tiene bajo su protección.

La información explicó que las disidencias habían reclutado a dos de los niños solo un mes antes, y sus familias lo habían denunciado ante la inspección de Policía y la Comisaría de Familia de San Vicente del Caguán (Caquetá).

Castiblanco, el adolescente de 16 años, estaba con ellos desde solo dos días atrás, cuando se lo llevaron a la fuerza del caserío de El Sábalo, del municipio de Solano.

La familia del joven explicó que no había denunciado el reclutamiento forzado porque no tenía una autoridad cerca para hacerlo.

En ese entonces, el general César Augusto Parra, por la época comandante de la VI División del Ejército, señaló: “Son 11 personas neutralizadas. El sujeto alias ‘Sabajón’ y su hermano habían amenazado al señor alcalde y al gerente de la electrificadora; o sea, retaron a las Fuerzas Militares y al país. Hoy le decimos al país: aquí están sus Fuerzas Militares”.

Parra pasó luego al Departamento Conjunto de Planificación y Transformación de las Fuerzas Militares pero en julio pasado salió del Ejército por corrupción.

La investigación de esta operación militar está en el Juzgado 66 de Instrucción Penal Militar de Caquetá, que llamó a declarar a los siete militares que participaron en el operativo, “pero hasta ahora ninguno ha acudido a la cita”, añade la revista.

Lo sucedido en Montañita guarda mucha similitud con la muerte de ocho menores igualmente reclutados por disidentes, en un bombardeo militar en agosto pasado también en el Caquetá, caso que fue ocultado por las autoridades y que este mes hizo renunciar a Guillermo Botero al cargo de ministro de Defensa.