Julio Sánchez Cristo, director de esa emisora, le preguntó a Naranjo por qué razón los Estados Unidos montan semejante operativo sin conocimiento del Gobierno Nacional.

Al principio, Naranjo le quiso bajar el tono a la afirmación y dijo que “realmente esa no es una situación nueva”. Y de manera genérica aseguró que Colombia, durante los últimos años, ha generado desde aquí la extradición de un poco más de 1.500 capos del narcotráfico, y hay que decir que buena parte de esas investigaciones se desarrollan con procesos de asistencia judicial entre una institución colombiana y están tremendamente compartimentadas, y otras son un poco más públicas”.

“Pero realmente aquí el hecho sobre esa información hay que superarlo —agregó el oficial en retiro—, en el entendido de que el Acuerdo y el talante del Gobierno es respetar la autonomía plena de las distintas ramas del poder público, de las distintas instituciones. Yo lo que diría es que hay un mensaje claro: que el Acuerdo de Paz con las Farc para nada interrumpió, suspendió, limitó o disminuyó las capacidades institucionales para avanzar en la lucha contra el delito”.

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Agregó que lo que está probando esta situación de ‘Santrich’ es que para quienes pensaban que este era un proceso basado en impunidad, está claro que no, y que cada persona tendrá que responder de manera individual para que su responsabilidad sea depurada en el marco de un debido proceso.

Sin embargo, Sánchez Cristo insistió en la pregunta inicial y recordó que el país no está frente la captura de un capo del cartel del Norte del Valle o un capo de la ‘Oficina de Medellín’, sino “con un protagonista del Acuerdo de Paz, que es la gran bandera del Gobierno Nacional”.

En ese sentido, le preguntó a Naranjo si creía que por razones de seguridad nacional, para este caso en particular “¿el Gobierno sí ha debido tener algún conocimiento de la operación? ¿Al menos estar usted alertado de lo que estaba pasando?”.

El Vicepresidente aceptó: “Sí. Pues, francamente, eso hubiera sido lo deseable, especialmente para preparar un clima que no signifique que haya un quiebre de un proceso tan importante como el que estamos adelantando”.

“Pero, pues esa situación no se dio y ahora nos corresponde actuar con pragmatismo para asegurarnos de que esa situación no vaya a tener un impacto sobre el proceso en términos de una base de excombatientes que tiene que estar clara que quien se porte bien, quien cumpla la ley, recibirá el tratamiento previsto en el Acuerdo y que no habrá generalizaciones alrededor de una situación como esta del narcotráfico”.