“Mario Uribe Escobar le efectuó giros de dinero a un abogado que estaría involucrado en varios casos de soborno de testigos, incluyendo los que vinculan al expresidente [Álvaro] Uribe y al abogado Diego Cadena. Los giros tuvieron lugar hace cinco años [en diciembre de 2015 y enero de 2016]”, explicó Coronell, y más adelante escribió de cuánto fue cada uno.

“El primero de ellos por 1.461.000 pesos, el segundo por 1.459.000 y el tercero por 973.000”, escribió, textualmente.

Esos pagos fueron descubiertos por “investigadores comisionados por la Corte Suprema”, que pidió no solo seguirle el rastro a los mismos, para verificar el fin exacto con el que se efectuaron y si tienen que ver con los ‘falsos testigos’, sino a unos giros que hicieron a la esposa de Sánchez y a la hermana del exparamilitar Carlos Enrique Vélez, agregó Coronell.

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¿Pero quién es ese exparamilitar, conocido como ‘comandante Víctor’? En mayo del año pasado, se decía que Vélez iba a ayudar a Uribe en el caso sobre presunta manipulación de testigos que involucran al expresidente y a su hermano Santiago con las autodefensas, dando un testimonio en contra del senador Iván Cepeda.

Sin embargo, en septiembre, Vélez se ‘volteó’ y hasta reveló, en entrevista con Semana, la supuesta suma que le dieron para que declarara en contra del congresista.

El exparamilitar afirmó en la revista haber negociado con dos abogados, Diego Javier Cadena Ramírez  (a quién Uribe dijo haber conocido por su primo Mario) y Samuel Arturo Sánchez Cañón, una falsa declaración para hundir al senador Cepeda por el presunto delito de manipulación de testigos en contra del expresidente. “Porque las ‘hermanitas de la caridad’ estaban dando plata”, comentó Vélez en relación a los casi 40 millones de pesos que dijo haber recibido por medio de terceras personas, y que los defensores aseguraron que se trataba de una ayuda humanitaria.