Todo parecía marchar bien en el diálogo, la noche de este martes, aunque en varias ocasiones las preguntas parecían orientadas a buscar respuestas que no se produjeron. Por ejemplo, se le indagó cuántos de los votos de Petro creía que se debieron a ella y cómo se gobernaría con el que la entrevistadora llamó ‘antipetrismo’, pero en ambas las respuestas fueron sobrias y diplomáticas.

Otras fueron evadidas, como cuando se preguntó si el pedido al fiscal de liberar jóvenes acusados de vandalismo no era un primer intento de intervenir en la justicia y cuáles creía que debían ser los castigos a los comparecientes ante la JEP.

(Vea después: Primer choque del fiscal con Petro: le bajó la caña por pedido de “libertad a jóvenes”)

Pero la última pregunta de la entrevista fue la que causó el disgusto. Claudia Palacios mencionó que Márquez vive en Cali, pero ahora “va a tener la posibilidad de vivir en la casa que existe para quien ocupa el cargo de vicepresidente o vicepresidenta de la Nación”.

Entonces, quiso saber “si se va a mudar a esa casa que queda a una cuadra al occidente del Palacio de Nariño o si eso no hace parte de lo que usted denomina ‘vivir sabroso’“.

La lideresa social se tomó un par de segundos para responder, sin perder el tono calmo, pero con clara incomodidad: “No creo que vivir sabroso se refiera a tener una casa. Hoy gracias a Dios tengo una casa digna, pero si creen que por ser una mujer empobrecida y me dan una casa presidencial ya estoy viviendo sabroso estás muy equivocada”.

Lee También

“Eso es parte del clasismo de este país, si lo miras desde ese lugar”, prosiguió. “Te invito a reflexionar qué significa vivir sabroso para el pueblo negro, en sus entrañas, de nuestra identidad étnica y cultural: se refiere a vivir sin miedo, se refiere a vivir en dignidad, se refiere a vivir con garantía de derechos”.

“Cuando me colocas que voy a vivir sabroso porque voy a ir a la casa vicepresidencial estás muy equivocada. Seguramente vivir sabroso es que yo pudiera vivir en mi propia casa, que tuviera las garantías de seguridad para vivir en mi casa, y tal vez no con un poco de gente armada, porque eso no es vivir bien. No es vivir sabroso tener que andar todos los días con 30 personas armadas”, añadió Francia Márquez.

Palacios detectó la perturbación y quiso corregir: “No era eso lo que usted entendió lo que estaba queriéndole decir, por supuesto”, señaló, y explicó que lo que quería saber era “si iba a ocupar esa casa o va a estar viviendo en Cali, o cómo va a manejar su lugar de residencia, entendiendo que usted ha sido una mujer muy de la región”.

“Esa es una pregunta muy diferente a lo que me planteaste al inicio”, comentó Márquez, pero no dejó el tema ahí: “Yo no hice esta carrera política por un puesto”, reiteró.

“Ojalá hubiera podido seguir en mi Yolombó, allá con mi comunidad, en mi territorio, sembrando, trabajando con mi gente, con las mujeres de mi comunidad. Pero lo que hizo que hoy ocupara este lugar es la violencia sostenida que he tenido que vivir y que está viviendo la mayoría de los colombianos. Eso hizo que yo tomara la decisión de decir vamos a ocupar el poder”, agregó.

Dónde voy a vivir todavía no lo he decidido, pero no estoy aquí ni por una casa presidencial ni estoy aquí por un cargo. Estoy aquí porque quiero un cambio para mi país”, concluyó Márquez, mientras la periodista también reiteró “que ese no era el sentido de la pregunta”: “Por favor, no quiero que quede ese malentendido”, le pidió para terminar.

Este fue el segmento de la entrevista en el que surgió el tema: